El Ojo del Halkón
La Paz, responsabilidad de todos
Por Rudames
No estoy diciendo que el proceso de paz que se adelanta en La Habana, ya sea un verdadero éxito, porque como dice el dicho y lo recordó el propio Presidente de la República, “en la puerta del horno se puede quemar el pan”.
Lo que ha sucedido hasta el momento es importante, los dos puntos acordados abren la puerta para que quienes hemos nacido y vivido en medio de una guerra fratricida encontremos la respuesta y podamos en el momento de nuestra muerte, o como dicen otros “la ida para el mas allá” pueda hacerse en paz y tranquilidad.
Y no siendo muy filosófico, ni yéndome por la parte religiosa sigo creyendo que la verdadera paz es interior, es estar uno en paz con uno mismo y con los demás, saber respetar a sus semejantes y respetar sus derechos de manera tal que cada quien tenga las libertades correspondientes en lo que tiene que ver con religión, raza y política, porque si recordamos la mayoría de guerras tienen sus orígenes en asuntos religiosos, otras por discriminación y las demás que han tomado mayor fuerza sin lugar a duda han sido y son por asuntos políticos y entiéndase bien no por asuntos de política, porque la política es el verdadero arte de gobernar y no de los grandes intereses.
Todo lo anterior para dar mi opinión sobre el proceso de paz y el deseo de que esta llegue al territorio colombiano, que fuera de ser rico por naturaleza es rico por sus gentes que son especiales, trabajadoras y amables y además echadas para adelante, lo que quiere decir que tienen capacidades de sobresalir de las frustraciones y de los momentos difíciles que han tenido que vivir.
Colombia es el país en el mundo que más ha tenido que soportar una guerra como esta, que se inició por asuntos políticos y que ahora se ha convertido en algo peor, porque el delito como el narcotráfico y el secuestro han hecho que queden a un lado las ideas sociales y restauración de los derechos de los más necesitados, quienes son los que sufren las consecuencias en todo esto, que podemos calificar “la guerra entre hermanos” más cruel de la historia.
Volviendo al asunto que tiene que ver con los acuerdos de La Habana, puede uno notar que el Gobierno va a encontrar mucha resistencia por parte de un gran sector de la población, por puntos tan destacables como los siguientes:
Muchos no creen en las buenas intenciones de las FARC, creen que es un respiro que se quieren dar para poder seguir con sus negocios amparados por la ley.
Otros no están de acuerdo que quienes han asesinado y secuestrado sean llamados en el futuro “Padres de la Patria” y los hoy Padres de la Patria, no están de acuerdo tampoco de compartir sus escaños con quienes han delinquido de manera directa y han cometido quizás delitos de lesa humanidad.
Para que la gente del común entienda lo que va a suceder no es fácil y además ahora que las conversaciones quedan ensanduchadas en unas elecciones Parlamentarias y Presidenciales, se califica como de intereses por los diferentes sectores, quienes quieren llegar al Parlamento, como el sector uribista, no está de acuerdo con la manera de llegar a los acuerdos con la Guerrilla, sino que se debe de usar la fuerza y para ello un gran sector de la población está lista a apoyar, porque recuerden que la seguridad democrática trajo mucha tranquilidad, principalmente en los sectores campesinos, y para quienes son amantes de recorrer el país en las épocas de puentes y festivos que son bastantes en el país, y quienes apoyan lo que hace el presidente Santos, porque creen que es una gran salida a todo este conflicto que ha dejado tanta sangre y pérdida de vidas humanas, además de fortunas destrozadas a consecuencia del secuestro y las acciones terroristas.
Otros están en las otras líneas como por ejemplo, los que opinan que no hay derecho que el Gobierno esté gastando tanto dinero en mantener una guerra, mientras que el presupuesto para la salud y la educación es cada día más bajo y es así como le recuerdan este fin de semana al candidato presidencial por el Uribe-Centro Democrático, Oscar Iván Zuluaga, colocándole una valla frente a su residencia de la ciudad de Manizales en la que dicen que no consideran justo que se gaste tanto dinero en la guerra.
Recordábamos precisamente hoy que hace 40 años Mario Moreno “Cantinflas” en su discurso ante las Naciones Unidas durante el rodaje de la película “Su Excelencia” dijo cosas tan claras sobre la paz, la política y los intereses de los poderosos, que siguen siendo vigentes en nuestro tiempo.
La Paz es responsabilidad de todos, del Gobierno porque debe de buscarla para el bien de todos, pero por caminos rectos y no con intereses de que se mantenga la reelección como se dice en el caso del presidente Santos, al que le damos el beneficio de la duda, pues creemos que está bien intencionado en lo que busca.
La Guerrilla de las FARC, porque ya es el momento en que cambien su manera de luchar y que lo hagan por medio de las ideas y no de las balas, porque por medio de los secuestros y atentados terroristas lo que van a encontrar es que cada día más la población aunque temerosa no crea en sus ideas y reprochen sus actos.
Los llamados enemigos de la paz, deben de hacer sus pronunciamientos de manera concreta, clara y que se entienda, porque la tranquilidad serviría no solo para ellos, sino también para los intereses de un país, que como lo decía anteriormente es valiente y guerrero, además de ser un gran trabajador.
Los educadores, sabiendo educar desde las escuelas, colegios y universidades y los padres formando a sus hijos desde el seno del hogar.
Los medios de comunicación, sí que tenemos responsabilidad, porque somos quienes informamos y tenemos que decir las cosas como son y no dar a conocer interpretaciones erróneas, que en vez de apagar el fuego lo estemos avivando más con nuestras noticias y comentarios.
Sería bueno vuelvo y repito, que las campañas políticas que acaban de empezar no fueran sucias, de desprestigio, sino de propuestas claras para sacar el país adelante y mostrar ese potencial que se tiene, para figurar ante el mundo como una nación grande, de muchos principios.