Un asesino de la Democracia dispara sobre la mesa de la paz
*Por: Marcos Jara
No hay que sorprenderse que el Procurador, Alejandro Ordóñez Maldonado, haya disparado contra Gustavo Petro, el excombatiente guerrillero que le apostó a un proceso democrático legítimo, logro el respaldo ciudadano, -más de setecientos mil votos- , y fue elegido Alcalde de Bogotá por voluntad popular.
Políticamente, Petro está muerto hoy en virtud de una facultad constitucional sobre la cual se atrinchera el jefe del Ministerio Público para eliminar a sus adversarios ideológicos y de paso advertir que no es posible para los insurgentes desmovilizarse, someterse a procesos de elección popular para ejercer la democracia y buscar el cumplimiento de sus sueños por esta vía.
No hay que sorprenderse, pues, desde el comienzo de su ejercicio público, este discípulo de la caverna lefevrista notifico que «ni los editorialistas, ni las gavillas mediáticas,( los periodistas independientes) le van a dictar como actuar» , refiriéndose a quienes profesen ideologías o convicciones religiosas distintas a las suyas, pues la Constitución Nacional le otorga una facultad que usa a su manera para eliminar políticamente a quién quiera.
Es prudente percibir, que la estrategia de ultra derecha de Ordóñez Maldonado no es personal, no viene sola, pues es evidente que busca abrirle espacios de poder a uno de los más fieles esbirros del puro centro democrático partido bajo el cual se ocultan los enemigos del proceso de paz que lidera el presidente Juan Manuel Santos.
Son muchos los frentes de exterminio que el procurador tiene definidos,-los homosexuales, los políticos de izquierda, los elegidos por voto popular, los independientes, los periodistas que no le baten incienso y muchos más están en su mira-; por eso resulta alentador que el Ministro de Justicia, Alfonso Gómez Méndez, haya planteado la necesidad de abrir un debate acerca de la conveniencia de regular el uso de los poderes que la CN le otorga al procurador.
En todo esto resulta oportuna la intervención de Todd Howland , Alto Comisionado de la ONU para los DH, pues dijo que no solo el Alcalde tiene derechos que deben ser respetados, también los tienen los ciudadanos que votaron por el sobre lo cual hay jurisprudencia vigente promulgada por el Comité de los derechos políticos y civiles de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
En definitiva, Ordóñez Maldonado, con su catolicismo cavernario e inquisidor, con su sectarismo a ultranza, está logrando un puesto en lo que el profesor Arismendi, llamo el basurero de la historia, donde también se encuentran Pinochet, Stroessmer, Videla,y tantos otros. Democracia y Paz,están amenazados por este siniestro personaje. Dios quiera que su tiranía no prevalezca.
*Marcos Jara, periodista, consultor en estrategia empresarial.