LA BARCA DE CALDERON
Por William Calderón
Réquiem por una inteligencia superior
Nos dolió en lo más profundo del alma la muerte, en Bogotá, de nuestro dilecto pariente y amigo, Mario Caderón Rivera, una de las inteligencias superiores del departamento de Caldas, región a la que amó, representó y defendió con gran vehemencia.
Brillante presidente del Banco Central Hipotecario durante varios gobiernos, este humanista sin par rehusó ser ministro porque le parecía que era más útil a los destinos de la nación desde el BCH y no en el desempeño de una cartera en el gabinete ejecutivo.
La desaparición de este gran valor caldense, a sus 81 años de edad, coincidió con el arribo a los 80 años de su coterráneo, amigo y copartidario Rodrigo Marin Bernal, con quien compartió aceros toledanos, en Manizales, en las briosas batallas contra la dictadura rojaspinillista de los años cincuenta.
El gigantesco señor y maestro
Nacido en 1932 en Neira –la puerta del norte de Caldas— el doctor Calderón libró pertinaces combates con La Parca en los tres últimos años, en su finca “La China”, de Manizales, primero, y en un centro especial de Bogotá, donde expiró finalmente.
Para su afligida familia, Mario murió de amor. Su salud comenzó a deteriorarse con el deceso de su amada esposa, Edna Luz. Fue incapaz de sobrevivir sin ella. Las cenizas de este matrimonio ejemplar descansarán juntas en el huerto de su finca de la vereda San Peregrino, de la capital caldense. Allá lo esperan las cenizas de su amor eterno. La última morada la pactó él con sus tres hijos, cuando intuyó su muerte.
Su palmarés
El notable humanista era abogado-economista de la Universidad Javeriana y doctor honoris causa de la Universidad Autónoma. Se desempeñó en diferentes cargos públicos y privados como secretario del Consejo de Ministros del presidente Alberto Lleras Camargo, secretario de Hacienda de Caldas, gerente del Banco Central Hipotecario, y en dos ocasiones declinó los nombramientos de ministro. Fue asesor de las Naciones Unidas y presidió la Cámara de Comercio de Manizales. Estuvo en Grecia como embajador de Colombia. Era columnista de La Patria.
EL cubrimiento
El académico Carlos Enrique Ruíz, para muchos su mejor biógrafo, le hizo a través de la red social Twitter @Aleph43 este cubrimiento, al conocer la sensible noticia:
* Murió Mario Calderón Rivera, dirigente, librepensador. Personalidad recia, generador de ideas y promotor de proyectos estratégicos.
* Una flor siempre encendida en memoria de Mario Calderón Rivera. Estudioso y promotor del desarrollo humano integral, estratégico.
* Calderón Rivera fue fiel al pensamiento integrador y proyectivo, ajeno a componendas y clientelismos.
* Sin dudarlo, puedo afirmar que Calderón Rivera ha sido el más sobresaliente dirigente-pensador del centro-occidente colombiano, en toda su historia.
* Por importante que fue la vocería pública de Mario Calderón Rivera, no dejó de ser insular, navegante en contravía de la mediocridad.
* Ahora llevaremos con tristeza el sueño por la muerte del gran hombre, valeroso y leal con las ideas/proyectos al servicio de la gente.
Epitafio
Nos vas a hacer mucha falta, queridísimo “Guscalarga”, como te apodaron tus paisanos de Neira, por la enorme talla de tu calzado.