martes noviembre 26 de 2024

Un pastuso está entre los 1.057 preseleccionado para viajar a Marte

05 enero, 2014 Generales

pastuso

El pastuso Luis Fernando Rojas fue uno de los 1.057 preseleccionados por la empresa Mars One la cual quiere crear una colonia en Marte para el año 2025.

“Querido señor Riocold Rojas Riofrío. Usted y sólo otros 1.057 aspirantes a astronautas de todo el mundo han sido preseleccionados como candidatos potenciales para poner en marcha el comienzo de una nueva era: la vida humana en Marte. Felicitaciones. Usted ha llegado a la siguiente ronda”.

El mensaje le llegó a través de correo electrónico a Luis Fernando Rojas (o Riocold, sobrenombre que utiliza en redes sociales) el pasado 31 de diciembre. En otras palabras, le decían: de las 200.000 personas que pretendían hacer parte del mayor reality show de la humanidad, que tendrá como locación el planeta Marte, sólo 1.057

clasificaron a una segunda ronda (al “Round 2”, como rezaba el asunto del correo). Y usted es uno de ellos.

Rojas pretende ser una de las 25 personas que llegarán a Marte. Para clasificar hasta este punto tuvo que cumplir unos requisitos simples: tener entre 18 y 40 años, medir entre 1,60 y 1,90, no sufrir enfermedades crónicas ni adicciones y poseer características como resiliencia, adaptabilidad, curiosidad y confianza. Y la más importante: aceptar que se trata de un viaje sin retorno. Una vez que su cuerpo se haya adecuado a las condiciones del planeta rojo, no podrá regresar a la Tierra.

La hazaña está a cargo de la empresa holandesa Mars One. Costará US$6.000 millones en su primera etapa y se financiará, principalmente, con la venta de derechos de transmisión del reality (además de donaciones, patrocinadores y campañas). En 2015 Rojas sabrá si hace parte del selecto grupo. En 2018 se lanzará la primera nave no tripulada y posteriormente nueve misiones más para transportar los materiales y suministros suficientes para la construcción de una colonia habitable y sostenible. En 2023 viajará un primer grupo de cuatro astronautas. Cada dos años viajará un nuevo grupo de cuatro personas hasta completar el equipo (se calcula que cada viaje costará US$4.000).

El grupo oficial de Facebook para los aspirantes de Mars One tiene 3.488 miembros, entre ellos Rojas, un publicista de 35 años que nació en Pasto, que llegó a Bogotá a los 6 años y que estudió tres ingenierías pero no se ha graduado de ninguna porque está en deuda con los trabajos de grado.

Según los rumores que corren en el grupo de Facebook, antes del 6 de enero los 1.057 preseleccionados recibirán una llamada del jefe médico del proyecto, Norbert Kraft, que ha trabajado con la Agencia Espacial Rusa, la NASA y la Agencia Japonesa. Quienes superen las pruebas médicas serán entrevistados personalmente. En la siguiente fase, el “Round 3”, el público votará en el sitio web del proyecto por sus aspirantes a astronautas favoritos, y a esos votos se sumarán los de una comisión especializada. El “Round 4”, el último, será el del entrenamiento de los 25 elegidos.

Rojas ya se está preparando. Camina entre 10 y 12 kilómetros al día y los fines se semana aumenta el reto a 35 kilómetros. Confía en su estado físico (“durante muchos años fui guía de caminatas y cuando era niño practicaba gimnasia olímpica”). Confía en su estado mental (“están buscando a personas felices, que se automotiven, que tengan una gran voluntad, y a mí me gusta lo que soy, como vivo, mis planes; no me molesta estar solo”).

Tiene un único temor: “Que digan que soy muy delgado. En Marte perderíamos el 60% de la masa muscular. Y eso sería complicado en mi condición actual (pesa 70 kilos y mide 1,70 metros)”. Dice que debería lograr, por lo menos, llegar a los 100 kilos.

A través de Facebook se ha acercado a aspirantes de otros países. Habla de Leslie, mexicana, locutora, que fue censurada por unos meses en la comunidad por utilizar a Mars One para promover sus causas, como campañas de protección animal.

Habla de Dajana Posavcic, una joven serbia rubia, de ojos muy azules y labios rojos en su foto de perfil de Facebook, con la que concluyó que deben concentrarse en dos objetivos durante la preparación: mejorar el estado físico y estudiar nuevos idiomas (“me voy a dedicar los próximos dos años a aprender francés y luego serbio.

Aprender idiomas aumenta las conexiones en el cerebro, el coeficiente intelectual”). Menciona también a Juan José Díaz-Guerra, un geólogo madrileño que le confesó a la agencia de noticias Europapress: “Sé que es algo loco y suicida, pero estoy dispuesto”.

“Las condiciones en Marte son muy complicadas porque no tiene un campo magnético ni una atmósfera suficientemente gruesa. El principal desafío es estar allá sin morir o sin tener problemas que ni siquiera podemos predecir. La temperatura en Marte es de 70 grados bajo cero y sólo puede subir a temperaturas de cero grados en el mejor de los casos”, ha explicado Jorge Zuluaga, Ph.D. en física y coordinador del pregrado de astronomía de la Universidad de Antioquia.

A esas condiciones adversas habría que sumar la alta radiación a la que estarán expuestos los participantes, tanto en el viaje (que tomará entre 10 meses y un año) como en la estancia en el planeta. Marte tiene una atmósfera más tenue que la Tierra y más propicia a que los rayos cósmicos y las partículas del Sol la atraviesen.

Habría que añadir, también, que su gravedad es mucho menor a la de la Tierra , lo que generaría una descalcificación en los huesos de los viajeros y les haría imposible soportar nuevamente las condiciones de nuestro planeta.

Por eso el profesor Zuluaga reconoce que se trata de “un viaje con un costo humano muy alto. Sin embargo, los seres humanos no podemos limitarnos para explorar. Va a ser muy difícil, podrían morir unos cuantos, y la muerte de esos cuantos va a ser igual a la de los primeros astronautas, pero no podemos dejar de explorar. Ellos van a abrir caminos. Así es como hemos aprendido”.

Del mismo pensamiento es Rojas mientras se sigue preparando para esta carrera. “Me gusta pensar que no se han acabado las exploraciones, que todavía pueden producirse noticias como el primer hombre que pisó la Luna o la primera persona que llegó al Polo Norte. Ese tipo de hechos se acabaron y eso nos ha hecho sentir muy grandes, sentir que ya lo hemos conquistado todo, y realmente no llevamos nada”.

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