lunes noviembre 25 de 2024

El buen periodismo está en clara y franca oposición al poder

07 febrero, 2014 Generales

Alejandro Venegas Franco, vicerrector de la Universidad del Rosario, Daniel Coronel, vicepresidente de noticias de Univisión y Juan Carlos Iragorri, director de la Maestría en Periodismo de la Universidad del Rosario y Publicaciones Semana

El periodismo no puede ser una labor subordinada a los intereses de la patria. Ante cualquier cosa por importante que sea, con excepción de la protección de la vida de una persona, debe primar el derecho a la información del ciudadano.

Así lo afirmó el periodista Daniel Coronell en la VII Lección Inaugural de la Maestría en Periodismo de la Universidad del Rosario y Publicaciones Semana, al referirse a las denuncias de las ‘chuzadas’ a los jefes del equipo negociador de La Habana y su efecto sobre el proceso de paz.

En su opinión, el periodismo no está para alinearse con ningún poder. Al contrario, el periodismo bueno está en clara y franca oposición al mismo.

Al responder el cuestionamiento ¿cuál fue el gobierno que más intentó coactar su labor periodística y cuál fue el que más la respetó?, señaló que “el gobierno de Ernesto Samper y el de Álvaro Uribe se irían a penaltis, porque intentaron siempre subordinar el periodismo: el de Samper con más guante de seda y el de Uribe con más mano de hierro”.

Dijo sentir respeto a la independencia periodística en el gobierno de César Gaviria y citó como ejemplo el caso de la fuga de Pablo Escobar de la Catedral: “teníamos evidencias que los guardias de la cárcel prácticamente eran empleados de Escobar y al comunicarme con Gaviria, él dijo que no tenía nada que hacer porque eso era verdad y que se acababa de enterar, que no podía impedir que se publicara”, agregó.

Para Coronell, en Colombia existe un proceso indeseable de concentración del poder en los medios de comunicación. Los dueños de algunos de los principales medios tienen una gama de intereses que supera el tema del periodismo y este se vuelve un negocio complementario donde la credibilidad es una mercancía, indicó.

En este sentido, resaltó que la propiedad plural de los medios de comunicación es un paso hacia la democratización de la información. Es decir, “es mejor que los medios sean muy ricos, porque pueden ser menos manipulables en el juego de la supervivencia diaria. Entonces, no me parece malo que los medios cambien de manos, siempre y cuando informar sea un negocio en sí y no un apalancamiento para hacer otros negocios, porque ahí es donde está el riesgo” concluyó.

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