Alcaldía de Medellín capacitó en Robledo a 86 cuidadores de personas que están en situación de discapacidad
Los cuidadores se capacitaron en panadería, repostería y aseo especializado. Su proceso fue posible gracias al acompañamiento de la Alcaldía de Medellín, a través de su Unidad de Discapacidad. Mañana jueves 27 de marzo, los 86 cuidadores se graduarán en las diferentes artes que aprendieron.
Gloria Elena Román está familiarizada con los cursos y capacitaciones para personas con discapacidad. Desde hace 27 años, cuando nació su hija María Cenaida Yepes con discapacidad auditiva, está al tanto de las diferentes terapias y alternativas que hay para su educación. Pensaba que era hora de tener un curso para ella, como cuidadora, por eso no dudó cuando le ofrecieron aprender en panadería.
Gloria Elena dice que todo lo que ha aprendido en la vida le ha servido. De panes no tenía ni una pequeña noción, pero recordó los años en los que tenía una micro empresa de arepas que le ayudó con los gastos de la casa y a la que le debe que María Cenaida haya podido ir al colegio.
Así como Gloria otras 86 personas de la comuna 7 -Robledo-, que se capacitaron en panadería, repostería y aseo especializado, se graduarán mañana jueves 27 de marzo, a las 3:00 p.m. en la Corporación Presencia Colombo Suiza, (Calle 76 # 89 A – 35 Medellín).
En la ceremonia recibirán diplomas de aptitud laboral de los cursos que se dictaron gracias a la financiación de la Alcaldía de Medellín a través de la Unidad de Discapacidad de la Secretaría de Inclusión Social y Familia, y recursos de Presupuesto Participativo de ese sector de la ciudad.
Para este fin se invirtieron cerca de 113 millones de pesos, con el objetivo de que los cuidadores de las personas con discapacidad aprendieran un oficio que les sirva como apoyo económico en sus hogares y a la vez encontraran esparcimiento.
Explica María Leonor Sánchez, coordinadora del programa Capacitación a Cuidadores de la Alcaldía de Medellín, que este tipo de espacios tienen beneficios no solo por la formación para el trabajo, sino porque permiten que los cuidadores salgan de sus rutinas y tengan esparcimiento. Para facilitar el proceso el convenio incluyó los gastos de pasajes y refrigerios.
Gloria Elena Román está a la espera de aprender a hacer en horno de carbón lo que vio en las clases, dice que será una alternativa para seguir solventando los gastos de la familia ya no con arepas sino con almojábanas y pandequesos. “También me di un respiro porque salía y me entretenía”, puntualiza.