Algunas verdades sobre @Transmilenio
Por: Ricardo Galán
El sistema Transmilenio fue diseñado para que los buses vayan llenos. Así se garantiza la rentabilidad de sus dueños.
La falla en las losas de Transmilenio, como se llama a uso de material inadecuado para la construcción de la Avenida Caracas hizo metástasis. Los buses deben reducir su velocidad a 0. Su reparación cuesta medio billón de pesos y toma tiempo.
Durante 8 años no se construyeron los nuevos kilómetros de vía, ni las nuevas estaciones que necesitaba la ampliación del sistema. Buena parte de los recursos destinados a esas troncales y estaciones fue a parar a manos de los Nule y sus compinches.
La construcción de la Troncal a Soacha se demoró 5 años más de lo previsto porque los alcaldes de ese municipio no se atrevían a desafiar a los poderosos transportadores que financiaban sus campañas.
La pelea entre dos operadores del sistema de recaudo por el uso de tecnologías incompatibles y su guerra por quedarse con el monopolio del negocio, ha demorado la implementación del Sitp más de lo previsto. Este sistema, en teoría, debería ayudar a complementar y descongestionar el troncal. Ha ocurrido todo lo contrario.
El Concejo de Bogotá, por pura oposición política, le negó durante años a la administración los recursos para construir pasos deprimidos en la Avenida Caracas que agilizarán el sistema, impidiera los bloqueos que se pueden hacer en casi cualquier esquina y pagara la ampliación de las estaciones más concurridas como en las calles 72 y 100. A la Caracas no le cabe un articulado mas.
El Concejo de Bogotá también se opuso a la construcción de la Troncal de la Carrera Séptima y dejó a la Troncal de la Décima desconectada del resto del sistema. La Caracas es la única que atraviesa la ciudad de Sur a Norte.
La rebaja de la tarifa en las horas valle no ha cumplido el objetivo de reducir el número de pasajeros en las horas pico. En cambio hace que haya más espacio entre un bus y el siguiente para que garantizar la rentabilidad de la que hablamos en el punto 1.
La Administración Distrital no fue capaz de sostener su decisión de imponer horarios distintos en las oficinas públicas para reducir la presión sobre Transmilenio en las horas pico. Los sindicatos pusieron el grito en el cielo y alguien en el Gobierno se asustó.
A la gente le encanta la velocidad de Transmilenio, pero le molesta la congestión en buses y estaciones.
La solución definitiva, consistente en más buses, más estaciones y más troncales, tardará en llegar. Y para que eso pase las tarifas tendrán que subir.
Mientras tanto nos tocará sobrevivir a punta de pañitos de agua tibia y mucha cultura y paciencia ciudadanas. Bloquear Portales, estaciones y troncales no sirve para nada. Agrava el problema.
Así de cierto. Así de simple.