Desarrollo urbano debe considerar huella hídrica, advierte Acodal
Ante la expansión de las ciudades colombianas en cercanías de los ríos y el deterioro de estos por cuenta de las aguas residuales, la presidente ejecutiva de la Asociación Colombiana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental, Acodal, Maryluz Mejía de Pumarejo, planteó la necesidad de aplicar en el futuro políticas estructurales de ordenamiento territorial urbano, a propósito del Día Mundial del Agua este 22 de marzo.
“El país tiene que cortar de plano las posibilidades de una expansión urbana que afecte la diversidad y las fuentes de agua, pero sobre todo, que atienda la huella hídrica, desde el punto de vista urbano”, sostuvo la dirigente gremial.
La huella hídrica urbana mide el impacto sobre el recurso hídrico de la urbanización, explicó la experta.
Y agregó que como consecuencia de la equivocada planeación y aplicación de los planes de ordenamiento territorial en distintas regiones del país, se puede estar generando una expansión urbana innecesaria, dada la baja densidad constructiva, se están sobrecopando y las rondas de los ríos.
Poco se ha avanzado en la construcción de colectores, en plantas de tratamiento de aguas residuales.
El recurso hídrico urbano se convirtió en la red de alcantarillado y los centros tradicionales se deterioran, mientras las viviendas legales e ilegales ocupan la periferia, afectando las zonas de recarga de acuíferos, las reservas forestales, al tiempo que se alejan las zonas de cultivo necesarias para la seguridad alimentaria.
De hecho, la directiva de Acodal advirtió que una de las consecuencias de no considerar los estudios de huella hídrica en las decisiones de expansión y de recuperación de los hoy contaminados ríos, esteros y mares colombianos, donde se vierten 320 millones de toneladas de sedimentos al año, es tomar decisiones de ordenamiento territorial sin un enfoque sostenible.
Como soluciones concretas, Acodal propone las siguientes:
· Redensificar las ciudades y recuperar los abandonados centros históricos y tradicionales.
· Controlar la expansión urbana sobre zonas de interés ambiental y agrícola.
· Recuperar para el espacio público y el paisaje urbano las fuentes hídricas y sus rondas como parte de una estructura urbana respetuosa del ambiente.
En la actualidad la gran mayoría de los municipios se encuentran modificando sus planes de ordenamiento territorial y es el momento de responder a la huella hídrica resultante de las malas decisiones de expansión urbana. Todos los afectados por decisiones erróneas poco sostenibles esperar que autoridades ambientales, alcaldes y concejos tomen decisiones responsables con las futuras generaciones.