martes julio 16 de 2024

Real Madrid consiguió su décima ‘Champions’

25 mayo, 2014 Fútbol Internacional

Jugadores del Real Madrid celebran con el trofeo después de la final de la UEFA Champions League.

Por: Juanma Trueba

Jugadores del Real Madrid celebran con el trofeo después de la final de la UEFA Champions League.

La ‘Décima’ tenía que ser especial y lo fue. No podía ser una copa más, un triunfo como otros, ni tampoco una alegría comparable. El pleno entusiasmo que significa esta conquista debe convivir con el absoluto desconsuelo de los vecinos de grada, de portal, de oficina. Lo heroico, concentrado en la inquebrantable fe del equipo en los últimos minutos del tiempo reglamentario, es una crueldad infinita visto desde la perspectiva de Atlético de Madrid.

Atlético fue campeón durante 56 minutos, casi una hora, que habría que añadir a los seis minutos que fue campeón hace 40 años. Cayó igual que entonces. Cuando se creía vencedor, cuando todo el mundo lo creía, menos el Madrid. Volvió a suceder a dos minutos del final, como contra Bayern. La coincidencia no es cruel, es sádica.

Saludos desde el pasado, ciudadanos del futuro: cuanto vivieron fue verdad, múdense tranquilos, lloren a placer. Ganó el Madrid y fue la ‘Décima’. Perdió Atlético, como hace 40 años. Aunque amarillee por el paso del tiempo, el valor de esta página es el de un certificado oficial. Ocurrió y fue inolvidable.

Quien diga que no se puede ganar siempre, se equivoca; el Madrid gana casi siempre, concretamente gana una de cada seis Copas de Europa. A Atlético sólo le queda un mínimo consuelo: ha perdido otra ‘Champions’, pero mantiene a salvo el mito y los anuncios, la gabardina y la niebla.

Para Cristiano Ronaldo era el momento, 29 años, su última ‘Champions’ antes de la treintena, su primera final en cinco temporadas con Real Madrid. Sus números de genio necesitaban de un título así que validara la leyenda. No pudo ocurrir en mejor lugar, en tierra propia y en hierba ajena, en el campo del Benfica, el eterno enemigo de su Sporting juvenil. El cómo fue mejorable. Cristiano jugó un partido discreto.

El recuerdo del partido todavía escuece. Como estaba previsto, la primera parte se jugó en un zarzal. Imposible no rasgarse. Juego trabado, medieval; cada balón planteaba una batalla, desembarco incluido. Poco que reseñar, solo accidentes. Algunos cantados: a los nueve minutos se retiró Diego Costa; si fue un truco, tendrán que explicarlo.

La defensa de Atlético jugaba muy atrás para protegerse de las contras. Varios kilómetros más arriba, el equipo buscaba balones largos a Villa o Adrián. Solo cuando se apoyaba en ‘Juanfran’ generaba peligro. El gol de Godín fue tan poco agraciado como lo era el partido. Después de un córner, Tiago volvió a poner el balón en el área. Godín se adelantó a Khedira para cabecear de espaldas y Casillas se quedó a media salida. Cuando quiso sacar la pelota, el balón ya estaba dentro.

En la segunda parte, Atlético empezó muy pronto a jugar con el reloj. Sin perderlo de vista, se encerró cada vez más. Se acercó el Madrid y aumentó la agonía. Se encadenaron las ocasiones, dos de ‘Isco’ y otro par de Bale. Según discurrían los minutos, Atlético no solo estaba amenazado por su rival de blanco, sino por un fantasma de 13 letras 13: Schwarzenbeck, el que les quitó la Copa de Europa del 1974, con Bayern, con 90 minutos posteriores de sufrimiento, los de un partido extra. El ogro alemán marcó a dos del final y Sergio Ramos lo hizo en el tiempo añadido, también a dos de la conclusión. El central cabeceó como indican los manuales. El error de Atlético había sido de bulto: el Madrid no es el Barça.

En la prórroga, Atlético echó de menos el cambio que había gastado a los ocho minutos con Diego Costa. Muchísimo. Al golpe moral se añadieron el desgaste físico, la incapacidad de ‘Juanfran’ para dar un paso más, el derrumbe colectivo. Con todo, sobrevivió a la primera parte de la prórroga.

En el minuto 110 no pudo más. Di María rajó la resistencia de Atlético por la banda de ‘Juanfran’ y su disparo, desviado por Courtois, fue remachado de cabeza por Bale. Aunque luego marcaron Marcelo y Cristiano, se acabó entonces. Hubo un tumulto, una implosión de pena y una explosión de alegría. La ‘Décima’ es madridista. A Atlético le queda el poema.

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