lunes noviembre 18 de 2024

La melomanía es un derecho inalienable de todo ser humano: Eduardo Carrizosa

29 julio, 2014 Variedades Jorge Consuegra

Eduardo Carrizosa director de Orquesta Sinfónica, especializado en Conciertos Didácticos y Charanga Sinfónica.

Por: Jorge Consuegra

– ¿A qué edad supo que iba a ser músico?

– Muy temprano en mi vida: a los 5 años.

– ¿Cuándo se produjo el primer acercamiento con los instrumentos musicales?

– También en el amanecer de mi vida, a los 4 años.

– ¿Cuándo decidió que quería ser director de orquesta?

– Cuando empezaba mi adolescencia a los 15 años.

– ¿Qué tema trató en su tesis de pedagogía musical?

 – Mi tesis en pedagogía musical fue sobre los procesos naturales, la vida y la música.

– ¿Cuál fue la primera orquesta que dirigió y con qué sinfonía?

– Dirigí la Orquesta Filarmónica de Bogotá, con serenata para 13 vientos de Richard Strauss.

– ¿Cómo ha sido su experiencia dirigiendo los Conciertos Didácticos?

– Es una experiencia muy enriquecedora, ver como cada concierto y cada tema acerca a la Orquesta y a las diferentes audiencias.

– ¿Son los niños bastante receptivos a la música clásica?

– Sí. La música en general es comunicación y llega fácilmente.

– ¿Si a los niños se les motiva desde pequeños, podrán ser grandes melómanos cuando grandes?

– La melomanía es un derecho inalienable de todo ser humano. Cuando se acerca desde el feto, el ser recibe esas vibraciones y ya desarrollado con mayor razón es posible este proceso.

– ¿Cómo han sido los resultados con la Orquesta Filarmónica de Bogotá y la música colombiana?

– Muy buenos, desde ganarse un Grammy Latino, hasta seguir sintonizando al público con una parte muy arraigada de cada oyente.

– ¿Qué opina de la mezcla entre lo instrumental y los intérpretes como Fonseca, «El Cholo» Valderrama y demás?

– Son experiencias muy válidas, esto se ha hecho con otras expresiones musicales y es interesante ver los resultados.

– ¿Cómo ha sido la experiencia de hacer «Carranga Sinfónica»?

– Muy hermosa, desde ver nacer estas versiones sinfónicas, la empatía con el grupo carranguero hasta el resultado de los conciertos y la magnífica respuesta del público.

– ¿Qué es lo que tiene Jorge Veloza que encanta a sus seguidores cada vez más?

– Que es auténtico y transparente. Es de una cotidianidad sana que muchos añoramos.

– ¿Qué planes musicales tiene para el 2014?

– Seguir trabajando. La música es un compromiso de toda la vida, siempre habrá algo más para hacer y estudiar.

– ¿Cuáles son las obras más difíciles de dirigir?

– A veces las obras contemporáneas que requieren otras técnicas de dirección, pero en general todas las obras requieren de un trabajo y concentración especial.

– ¿Recuerda una anécdota especial sobre la dirección orquestal?

– Desde la gangrena de Lully que es el primer director que muere por el oficio, hasta algún colega que le decía a los músicos que le  miraban cuando él dirigía.

– ¿Qué nos hace falta en Colombia para acercarnos más a la música sinfónica?

– Espacios culturales, facilidades para la difusión de las Orquestas, foros y charlas sobre el quehacer sinfónico, más programas de radio, tv y escritos y crítica musical.

– ¿Le gustaría dirigir especialmente qué obra?

– Por gusto personal, la misa en Si menor de Bach, y agradezco a la vida el poder acercarme a un inmenso repertorio en las instituciones con las que he trabajado.

– ¿Cuáles son los compositores a los que usted siempre acude?

– Hay una inmensa posibilidad con Bach, Mozart, Beethoven, lo mismo que los latinoamericanos y nuestra música nacional.

– ¿Los nuevos «ensambles» que ha tenido la música colombiana le hacen perder la esencia a la misma?

– Depende de las concepciones frente a las ideas primarias de nuestra música. Un pasillo o un bambuco o un currulao o una cumbia deben seguir sonando como tales así se cambie la organología en la que se ha desarrollado. El desarrollo instrumental puede ser una alternativa sana para un mayor conocimiento de nuestra música.

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