jueves noviembre 28 de 2024

El Caribe exige más equidad con las becas para educación superior

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Por: José David Name Cardozo

Si hay algo que ha ensombrecido el panorama regional y negado oportunidades a millares de jóvenes, es la pésima distribución que se ha hecho y hace de los recursos para la educación pública desde el nivel central de gobierno.

Lo que estamos evidenciando ya en el Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos, bajo la batuta de la Ministra de Educación Gina Parody, no es muy diferente a lo que ha venido ocurriendo en el pasado.

Lo distinto de la actual coyuntura respecto de otros momentos del pasado y en eso radica el gran malestar que se suscita frente al tema en la Región Caribe colombiana, es que durante la reciente campaña electoral el Presidente Santos y su fórmula vicepresidencial Germán Vargas Lleras se comprometieron hasta el cansancio en agilizar una agenda que resolviera los principales problemas sociales de la Costa, entre ellos el rezago educativo.

Antes los candidatos venían y ofrecían, la Región les creía y después olímpicamente nos daban la espalda y no pasaba nada. Para las elecciones presidenciales de mayo y junio, obramos de otra manera y hubo acuerdos programáticos. Lo que ocurre en los primeros 64 días del nuevo gobierno entra en abierta contradicción con los compromisos que se hicieron en esa campaña y se parece más a los engaños de otros gobiernos.

Como nunca antes en la historia reciente, la mayoría política del Caribe estructuró con el candidato Presidente una serie de planes, programas y proyectos que es fundamental para acelerar el proceso de desarrollo socioeconómico regional.

Hoy siento que no se están cumpliendo las expectativas que teníamos en lo relacionado con la educación pública. Por ejemplo, la Costa Caribe tiene un poco más de 700 mil analfabetos y el plan que acaba de poner en marcha el gobierno para erradicar el analfabetismo tiene una meta de 800 mil individuos en el periodo 2014 – 2018.

En junta proporción serían 25 mil cupos por departamentos a nivel nacional, que para el caso de la Costa serían 200 mil en total teniendo en cuenta los ocho entes territoriales. Apenas tendríamos un impacto menor al 20 por ciento del total de analfabetos. Habíamos hablado de un esfuerzo mayor.

Al iniciar el nuevo periodo de la administración nacional se dijo que serían entregadas 10 mil becas gratis a los estudiantes con mejores resultados Icfes de escasos recursos económicos. Si la idea es por equidad, a cada departamento le corresponderían 312.5 becas, es decir, 2500 para el caso de la Costa Caribe.

De acuerdo con informaciones que entrega la ministra de Educación, Gina Parody, en los 32 departamentos de Colombia se encuentran los estudiantes ganadores de las 10.000 becas, aunque aclara que aún no se cuenta con los nombres de los beneficiarios.

Pero al entregar las cifras sobre las becas que tendrá cada departamento, empieza a configurarse la inequidad y a crearse en uno la confusión sobre cómo es eso que en los 32 departamentos están los ganadores de las 10 mil becas pero los mayores beneficiados serán Bogotá con 2.209 becas, Antioquia con 1.525, Santander con 1.256, Valle con 1.052 y Nariño con 1.025, para un total de 7.067 becas. Quedarían 2.933 becas para repartir entre 28 departamentos, o sea a 104.75 becas cada uno, 838 en lo que corresponde a la Costa Caribe.

Al margen de lo que sería la repartición de becas con privilegios para unas zonas y discriminación para otras, aparece el asunto de los criterios para distribuirlas ya que según el Ministerio de Educación solo 33 universidades en el país tendrán derecho a recibir esas becas y en lo que se refiere a la Costa Caribe, de acuerdo con la Asociación de Instituciones de Educación Superior, Asiesca, apenas 3 universidades participarían. Según lo que expone el gobierno, las 10.000 becas anunciadas por el Gobierno Nacional para jóvenes de escasos recursos se otorgarán únicamente en las 33 instituciones que han logrado la acreditación institucional en alta calidad. Las universidades costeñas proponen que la acreditación se exija a nivel de programas y no de instituciones.

Pero en opinión de Asiesca “Si bien las universidades acreditadas merecen ser incentivadas por entrar y ser certificadas por el Ministerio de Educación Nacional, también es preciso mirar aquellas que van en el camino de procesos continuos de autoevaluación con sus mejores esfuerzos e indicadores”.

Ello se sustenta en la creencia de que “la verdadera equidad se garantiza con criterios regionales, de tal manera que las 10.000 becas se dirijan hacia los programas de pregrado acreditados de alta calidad, lo cual ocurre en muchas más que las 33 universidades que propone el gobierno, porque, en efecto, en el Caribe, hay más de treinta universidades con programas acreditados”, de acuerdo con Asiesca.

Lo cierto es que nos preocupa la situación y en ese sentido creemos que reaccionarán las bancadas Caribe tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado de la República, porque es importante reclamar el cambio de criterios para que sea más equitativa la repartición de las becas.

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