Golpe a redes de apoyo de las Farc en el norte del Huila
_ La Novena Brigada del Ejército en operaciones conjuntas, capturó a tres presuntos integrantes de las Red de Apoyo al Terrorismo (RAT) en Huila.
El primero en ser capturado, fue un hombre de 31 años de edad, al parecer llevaba 12 en las Farc; se presume que tras convertirse en un experto en el manejo de explosivos fue designado como cabecilla de la Red de Apoyo al Terrorismo en los sectores de Río Blanco, Versalles y La Profunda de Baraya.
El hombre quien tiene línea directa con alias Rumba, cabecilla del Frente 17 y Benjamín responsable de las finanzas de la estructura, al parecer y debido a su amplio conocimiento para la elaboración de explosivos improvisados, sería el responsable de la instalación y activación de artefactos ilegales de guerra al paso de unidades militares, acciones que han dejando como consecuencia la amputación de las extremidades inferiores de un importante número de soldados.
El siguiente fue un hombre de 40 años conocido con el alias de Perdomo; este sujeto quien al parecer desde hace 11 integrante la Red de Apoyo al Terrorismo del Frente 17, tiene entre su prontuario delictivo un amplio conocimiento en manejo de armas, político militar y organización de masas, de ahí que sería el encargado de realizar inteligencia ilegal a las tropas, consecución de material logístico, armamento para la estructura y obtener información de personas adineradas de la región para el posterior cobro de vacunas.
Pecho de Perro, fue el tercero en ser capturado, y quien habría dedicado 15 de sus 67 años a realizar actividades delictivas para las Farc; era este hombre el coordinador logístico y/o mensajero entre los demás miembros de las RAT y la organización armada al margen de la ley.
Así mismo, un último hombre sería el presunto responsable de la compra y el transporte de material logístico hasta las zonas campamentarias, tareas que aprovechaba para vigilar los movimientos del Ejército y para ejercer su rol como organizador de masas.
Con la captura de los tres sujetos, las Farc no sólo pierden presencia territorial, sino que además ven afectada su parte financiera con la perdida de información relacionada con potenciales víctimas de extorsión, al igual que sus líneas de abastecimiento y su capacidad en número de hombres.
