martes julio 16 de 2024

Uribe, acérquese a la paz: Petro

09 octubre, 2014 Bogotá

Petro 09Me parece que hay que decirle a ese dirigente político: señor Uribe, acérquese a la paz, entiéndase con nosotros, entiéndase con la diversidad y no caiga en las arenas movedizas y terribles del terrorismo.

Intervención del alcalde Mayor de Bogotá, Gustavo Petro, en la entrega pública de la nueva Unidad Móvil de Canal Capital.

Un saludo al gerente de Canal Capital, Hollman Morris, a la secretaria de Cultura, Clarisa Ruiz, a todos los trabajadores y trabajadoras de Canal Capital aquí presentes, ciudadanos y ciudadanas.

Yo me acerqué a este tema de la televisión más o menos como todos los de mi edad, viendo televisión en blanco y negro en un aparato de televisión que no era de mi familia sino de algún familiar que por tener mejores condiciones económicas, lo podía adquirir. Y así empecé a familiarizarme con la televisión, siempre salía a las 5 de la tarde, me acuerdo, un logo que era de Inravisión, la constructora de la televisión en Colombia, una empresa, en ese entonces una entidad, un instituto público.

Inravisión, creo que la juventud de hoy no sabrá qué era realmente, pero fue la que hizo la televisión, y mayorcito ya, empecé en mis labores de activismo social a conocer a los presidentes del sindicato de Inravisión, que se llamaba Acotv. Allá en Zipaquirá iban a dictar conferencias a los obreros industriales, y yo en calidad de estudiante me metía a las conferencias sobre la necesidad de fortalecer una televisión pública, tendría yo unos 18 años en ese entonces y después de muchas cosas, cuando llegué al Congreso, volví a encontrar a esos miembros del sindicato luchando porque Inravisión no se acabara, algunos de ellos están aquí presentes, ahora son trabajadores y directivos de Canal Capital.

Y traigo a cuento esta historia porque el último presidente de Acotv, el que vio cómo cerraban Inravisión con el Ejército, cómo llegaban con fusiles a cerrar las instalaciones de la televisión pública en Colombia como si se tratara de arrasar un enemigo militar, hace varios años de eso, ese presidente del sindicato en ese entonces, que con mucho dolor tuvo que observar al final cómo arrasaban con tanques, el Instituto de Radio y Televisión Pública de Colombia, murió en una operación simple, yo pienso que murió de tristeza. Enrique Urrea se llamaba, casi que el mismo día en que el Ejército  entraba a cerrar Inravisión moría el presidente del sindicato de Acotv y quiero traerlo acá porque creo que él se merece póstumo este homenaje. Me hubiera gustado ver que parte del discurso en ese entonces,  porque ¿qué era lo que ellos nos enseñaban?, que el Estado venía quitándole recursos a Inravisión, no los dejaban saltar tecnológicamente, no les daban el espacio, cada vez era una televisión de peor calidad, a veces hasta repartida politiqueramente, mientras los operadores privados, en ese entonces era otro el método, iban trayendo mejores y mejores tecnologías y se iban quedando con la audiencia.

Iba marchitándose la televisión pública e iba creciendo una televisión privada que a la postre lo único que nos ha enseñado es la estupidez promedio de cada comercial publicitario que todos los días, a todas horas, todos los ciudadanos de Colombia nos sentimos rodeados de ello. ¿Cómo la gente que sale en un comercial de televisión publicitario? Independientemente del ser humano que está detrás, esa imagen que aparece en el comercial siempre es la de un ser estúpido, porque nos quieren llevar a ese nivel, porque nos quieren manejar y manipular de esa manera, casi como que el ciudadano y la ciudadana se convirtieran en una simple imagen publicitaria remedando estereotipos, repitiendo frases de cliché, repitiendo chistes tontos cuando el país se está desangrando, cuando el país está incursionando en una de las peores desigualdades sociales del planeta. Pues eso es lo que querían marchitar en la televisión pública, que no nos pudiéramos dar cuenta.

Hoy, esta móvil muestra un paradigma diferente que nosotros herejemente hemos querido construir, porque es una herejía, ¿cómo que usamos el recurso público para fortalecer un canal público?, ¿cómo que hoy inauguramos una móvil que puede transmitir desde exteriores en alta definición?, Enrique Urrea ni siquiera logró saber qué significaba esa palabra, ¿cómo que esa móvil pude manejar simultáneamente 16 cámaras en alta definición y por tanto llevar la calidad que, por ejemplo recientemente operadores privados podían llevar en la transmisión de los partidos de fútbol del mundial?, ¿cómo que una televisión pública se atreve a dar ese salto tecnológico siendo la televisión propiedad de toda la ciudadanía y sin permitir ganancias particulares?, ¿cómo esa forma tecnológica de alta calidad, de máxima tecnología puede llevar un contenido que no es del mensaje estúpido de comercial de televisión promedio, si no es el Hip Hop, la voz del joven del barrio profundo de la ciudad de Bogotá, la diversidad multicolor. Esa es una herejía, es obviamente una herejía, alguien decía, Hollman, una revolución y por ello nos atacan.

Entonces habría que ver por qué un dirigente político de la extrema derecha colombiana se atreve a decir que este es el canal público, o no dijo público, que este Canal Capital está al servicio del terrorismo, a mí me gustaría profundizar esa afirmación. Un canal público al servicio del terrorismo.

Todo periodista en general, hombre, mujer, de hace algunos años o de ahora, joven, debe haber estudiado en sus facultades de comunicación social al filósofo de la comunicación social, el alemán Jürguen Habermas, último exponente de la escuela de Frankfurt. Si a un periodista no le enseñaron en su facultad a Jürguen Habermas, entonces es que estudió en una malísima universidad porque este es el filósofo de la comunicación, y él preguntado después del suceso de las Torres Gemelas en Nueva York, qué pensaba que originaba el terrorismo y Jürgen Habermas dijo en su entrevista: “el terrorismo lo produce, igual que cualquier violencia social una ruptura profunda de la comunicación de la sociedad”. La violencia en la sociedad es que no nos comunicamos y cuando hablamos de comunicarnos no es solamente, que también lo es, la comunicación entre el marido y la mujer, entre el padre y los hijos, cuando esa comunicación se rompe ¿qué es lo que tenemos en la ciudad de Bogotá?: violencia intrafamiliar que es bastante extendida en la ciudad de Bogotá.

Cuando los jóvenes están en los barrios populares sin espacio público y llegan a los 15 o 16 años y quisieran salir a correr, a divertirse, a conocer el mundo, como cualquiera que llega a esa edad, muchacho o muchacha y encuentran es un muro sucio sin espacio público, sin comunicación, ¿que surge en el barrio popular?: violencias, violencias de diferente tipo, a veces violencias por el simple  color de una camiseta. Cuando una sociedad, entre sus grandes  sectores sociales, a través de procesos históricos observa que se rompen las comunicaciones, entre pobres y ricos, entre el campesino que está allá en el páramo o junto a la selva y el ciudadano urbano que transita en un bus, o el que viaja a París a almorzar simplemente o el gran propietario de medios de comunicación, ¿qué es lo que se produce en la sociedad?: violencia.

Jürguen Habermas decía refiriéndose a Nueva York, la caída de esas torres es la ruptura de la comunicación desde hace décadas entre el mundo anglosajón y el mundo Islámico. No se entienden, no se hablan. No hay nada que intente acercarlos para saber de una parte cómo piensa el otro y de la otra parte cómo piensa el uno, y terminan en uno de los peores conflictos que hoy la humanidad presencia, lo mismo podríamos hablar entre israelíes y palestinos. ¿Acaso no hay un muro que los divide? Pues ese muro que los divide se vuelve violencia porque es la ruptura de la comunicación.

Y entonces cuando venimos a la frase famosa de ese dirigente político que no creo que haya estudiado a Jürguen Habermas diciendo que el Canal Capital es servil al terrorismo, si articuláramos la argumentación, lo que nos estaría diciendo este dirigente es que Canal Capital está impidiendo la comunicación entre sectores diferentes de la sociedad y por tanto ayudando a la violencia, ¿será así o será lo contrario? Porque la filosofía de Canal Capital ha sido lo contrario, hacer que suenen las voces que jamás se escuchaban, las voces silenciadas en la comunicación social en Colombia, la voz de la trans, ¿cuándo salía que no fuera para burlarse de una en algún programa de televisión privada?, ¿cuando salían las voces reales de la juventud popular de la ciudad de Bogotá?, ¿cuándo salían las voces de los recicladores? Reciclaje casi se había vuelto sinónimo a los hijos del dirigente político del que hablo, en cambio los decenas de miles que por las calles andaban en la madrugada arrastrando harapos, de ellos no se hablaba y ellos no hablaban, y ¿cuándo se oían las voces del campesino?, ¿y cuándo se oían las voces del trabajador humilde, del ciudadano del común? Pues escuchar esa multiplicidad de voces de todos los colores, una polifonía democrática o lo que llamo una democracia multicolor es precisamente poner en comunicación a todos los actores de una sociedad, y eso no se llama terrorismo, eso se llama paz, según Habermas.

Según un dirigente político de derecha, tenemos el mundo al revés, porque los que rompen la comunicación, aquellos que mandaron los tanques contra Inravisión aquí cerca, aquellos que cerraron programas y revistas, y atentaron contra directores de periódicos, y mataron periodistas a lo largo y ancho del país, esos lo que querían es que no sonaran voces, versiones, maneras de pensar diferentes. Los silenciaban, los masacraban, esos eran los constructores de la violencia y del terrorismo en Colombia, y ahora lo que pretende este dirigente político es silenciar Canal Capital, atemorizarnos, ¿cuántas amenazas en este momento hemos recibido simplemente porque mantenemos abierto el Canal y lo empoderamos, y se vuelve poderoso por tanto en la sociedad bogotana? Entonces tendríamos que concluir ¿quién es el terrorista desde el punto de vista de Habermas, para no hablar de Petro?, ¿quién es el terrorista?, ¿el canal público, Canal Capital, o el dirigente político que quiere silenciarnos? ¿Quién será el terrorista, el que construye comunicación social y entendimiento entre diversos y diversas o el que no admite otra manera de pensar diferente a la de él mismo y cree que todo el que pueda pensar diferente sólo se merece el exilio, la cárcel o la muerte?

Me parece que hay que decirle a ese dirigente político: señor Uribe, acérquese a la paz, entiéndase con nosotros, entiéndase con la diversidad y no caiga en las arenas movedizas y terribles del terrorismo.

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