Bogotá, una ciudad sitiada por el hampa
Por César Augusto Duque
La hermosa capital de Colombia, la ciudad de las cosas bellas, vive la más grave crisis social casi que de toda su gloriosa historia.
El peligro ronda, acecha por todas sus céntricas calles. Imposible transitar por la Carrera Séptima, por la Carrera 10a, por la carrera 13, por la Avenida Caracas, por la carrera 18, por la Carrera 27, por la zona del Voto Nacional, por San Victorino, por San Andresito de San José, por la zona del histórico hospital de San José, y de la plaza España, cuadrantes en rojo desde la calle 1a. a la calle 26, con mayor impacto sobre la Calle 19, La Calle 13, la calle 12…vías de la muerte.
En este amplio corredor bogotano le salen a los transeúntes o se le suben a los viejos y destartalados buses, atracadores, malacarosos, malandrines, bandidos habitantes de la calle, ladrones todos con la complicidad de los vendedores ambulantes; drogadictos, sicarios, facinerosos con machete, cuchillos, navajas, a las personas les quitan celulares, sombreros, cachuchas, bufandas; de los carros se llevan los stops, las farolas, los espejos, los limpiabrisas, las tapas del tanque de la gasolina, a los conductores los escupen por no darles plata después de pasar trapos sucios por sus vidrios panorámicos…..y la policía, las autoridades, los dirigentes de la capital, fuera de lugar… Y qué decir del fútbol por los alrededores de El Campín, allí si la situación es peor, es el campo de acción de los más temibles atracadores y delincuentes de la ciudad, disfrazados con las camisetas de equipos colombianos y hasta del Real Madrid…Borrachos, «torcidos», marihuaneros, asaltantes que también rapan celulares, boletas, carteras, por las mismas calles cercanas al estadio y hasta en las filas de los aficionados incautos que inocentes van a ver su «Picadito»…Por favor amigos lectores, no pasen por el centro de Bogotá, no vayan al fútbol, los van a robar, seguro, esto es un desbarajuste total…Ese es el triste panorama de la navidad que nos espera a los bogotanos de bien, con el corazón de la ciudad sitiado, tomado por el hampa…
