miércoles octubre 30 de 2024

Liberalismo, Unidad Nacional y candidatura presidencial

01 diciembre, 2014 Opinión, Política Horacio Serpa Uribe

Senador Horacio Serpa Uribe

Por Horacio Serpa Uribe

Senador De La República/ Codirector Partido Liberal

El Partido Liberal ha asumido el reto de ser la vanguardia de las reformas esenciales que necesita el país. El marco en el que se realizarán será el de la paz. Si las farc y el eln renuncian a la lucha armada, será gran avance pero no suficiente. Necesario hacer la reforma rural agraria, por ejemplo, como la reforma educativa, la de la salud. Muy importante, inaplazable, modificar el modelo económico de desarrollo.

Si no se hacen las reformas, a fondo, para transformar el país, muy poco será lo que gane la mayoría de los colombianos. Continuará la desigualdad, el desempleo, la discriminación y mala calidad de la educación, la destrucción de nuestra riqueza natural y la fragilidad del sistema de salud, con “paseos de la muerte”, tutelas, decrepitud de los servicios de urgencia, consultas tres o cuatro meses después de solicitadas y enormes despilfarros. No es lo que quieren los colombianos. No es justo.

Los partidos políticos, con el compromiso de los demás estamentos sociales y empresariales, tienen la responsabilidad de los cambios. Si el Partido Liberal quiere subsistir y de nuevo volver a ejercer el liderazgo político, necesariamente tiene que optar por ser el principal agente de las transformaciones nacionales. Lo fue en otras épocas, cuando gozaba de la confianza y aún del delirio de la mayoría del pueblo. Hoy tiene de nuevo la oportunidad.

Se ha propuesto que para las elecciones del año entrante la Unidad Nacional asuma el compromiso de presentar candidaturas conjuntas. Es una iniciativa viable que permitirá importantes victorias a los partidos amigos del gobierno del Presidente Santos. Con seguridad en muchos municipios y departamentos serán posibles los acuerdos, y en otros se establecerán reglas para que las campañas no se vuelvan pugnaces y desagradables entre fuerzas políticas amigas.

Las elecciones del año entrante serán un reto especial para medir el prestigio del Presidente Santos y la solidez de su gobierno. También constituirán una oportunidad para Centro Democrático, empeñado en sumar a su sector dirigente muchos Alcaldes y Gobernadores. Otra vez, como hace 22 años, el tema de la paz y de la guerra incidirá en los resultados.

Octubre de 2015 será la fecha de apertura para las elecciones presidenciales de 2018. Parece lejos, pero en política los tiempos transcurren a velocidades increíbles. Será una carrera de vértigo, entre los uribistas tratando de recuperar el poder y el Presidente Santos, con sus amigos, viendo la forma de mantener los acuerdos de paz, que para entonces ya deben estar aprobados y en plena ejecución.

Al Partido Liberal le toca pensar con criterios de largo plazo. Para sacar adelante las reformas, que desde ahora debe volver un compromiso nacional, requiere que una mujer o un hombre de sus filas, de las nuevas generaciones, demócrata, con insobornables perfiles sociales, asuma la Presidencia de la República. ¿Quién? Por ahora basta con definir que en el 2018 habrá candidatura liberal.

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