martes julio 16 de 2024

Real Madrid se coronó campeón del Mundial de Clubes

20 diciembre, 2014 Fútbol Internacional
Toda la plantilla de Real Madrid con el trofeo de campeón del Mundiald e Clubes.

Toda la plantilla de Real Madrid con el trofeo de campeón del Mundiald e Clubes.

Real Madrid conquistó su primer Mundial de Clubes: impuso su fútbol a la batalla que presentó San Lorenzo y plasmó su superioridad para convertirse en el mejor equipo del mundo. El cuadro ‘Merengue’ venció a San Lorenzo en la final 2-0, con goles de Sergio Ramos y Garteh Bale, y le puso un broche de oro a un año histórico (2-0)

Real Madrid tocó el cielo convertido en una máquina de ganar. Convirtiendo una final en un partido más de una racha victoriosa que no tiene fin. Veintidós encuentros consecutivos tumbando rivales que van dando forma a un equipo de leyenda. Y tras cumplir el ansiado sueño de la ‘Décima’ Copa de Europa, el cuadro español conquistó por primera vez el título que faltaba en la sala de trofeos del Santiago Bernabéu.

El fútbol salió victorioso del Mundial de Clubes. El crecimiento del fútbol europeo contrasta con las dificultades económicas del suramericano. Provoca duelos desiguales en un torneo intercontinental que refleja la realidad. Asumiéndola hay formas de recortarla y hacer sufrir al favorito. En ese apartado los conjuntos argentinos son maestros.

Era el partido de la vida de San Lorenzo. Así lo sentía y fue lo que marcó los días previos a la final tras ser un manojo de nervios en su estreno en el Mundial. No iba a regalar nada. Cada pelota la pelearía como si fuera la última, cada minuto que pasaba alimentaba una esperanza, mientras aguantase en pie al poderoso Real Madrid.

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El cuadro argentino intentó llevar el duelo a un rincón incómodo para las estrellas blancas. Acudió al otro fútbol para recortar la abismal diferencia de calidad entre jugadores. Era el partido que esperaba Real Madrid que se ha convertido en un canto al buen fútbol, guiado por un técnico que enterró tiempos oscuros con una apuesta clara por el buen gusto: Carlo Ancelotti inculcó una filosofía que encaja a la perfección con la historia madridista. Cambió la mentalidad para primero querer el balón y, desde la posesión, mostrar un fútbol directo demoledor.

Sin espacios estuvo incómodo Real Madrid, pero con Iker Casillas como un espectador más, el triunfo era cuestión de tiempo. Para ello no debía entrar en la batalla que proponía San Lorenzo, que comenzó con susto nada más al inicio del encuentro, en un robo de Kroos, quien asistió a Cristiano. Su disparo fue más centro y Benzema no llegó porque en su intento de remate se trastabilló.

Con la posesión no crearía peligro Real Madrid. El ‘Patón’ Bauza corrigió todos los errores tácticos de la semifinal. Juntó líneas y esperó al equipo español. Más cómodo en este papel que en el de protagonista que debía asumir contra Auckland City. Jugó por momentos por encima del límite de agresividad permitido San Lorenzo: Kroos se enfadaba por una patada a destiempo, Cristiano desesperaba por la excesiva dureza y Ancelotti se quejaba amargamente desde la banda.

Real Madrid no debía contagiarse ni entrar en el juego de San Lorenzo. Cristiano buscaba su gol con una falta lejana a manos de Torrico y, ante las continuas interrupciones con protestas de los argentinos en cada decisión del árbitro, Ramos y Carvajal cometieron errores que costaron amarillas que les condicionaban.

Necesitaba el conjunto español más de James, quien reaparecía alejado de su verdadera imagen. Kroos daba lección al mando, buscaba dar ritmo e ‘Isco’ se ofrecía siempre, pero faltaba enlazar con los de arriba. No había líneas de pase.

El balón parado era otro recurso por explotar según el partido quedaba expuesto. Las cartas sobre el césped. Real Madrid dominador instalado en campo rival. San Lorenzo esperando, cómodo, buscando en el contragolpe la velocidad de Pablo Barrientos y soñando con que Martín Cauteruccio sumase a su pelea algún remate.

Llegaron avisos de Real Madrid. Primero, un tiro de esquina de Kross que peinó Bale y el balón se paseó por zona de peligro sin que un rematador prolongase la jugada. Segundo, Benzema despertaba de su siesta inicial para probar a Torrico con un disparo desde la frontal y, después, castigaba un error en la salida de balón de Kalinski para asistir a Bale, quien disparó al meta rival con Cristiano desesperado pidiendo el esférico.

Eran momentos en los que Real Madrid subía el ritmo cuando apareció de nuevo Sergio Ramos vestido de salvador. El héroe de la ‘Décima’ lo volvió a repetir. La rosca perfecta de Kroos en un tiro de esquina encontró el poderío del defensor en el juego aéreo. El número 4, con alma de goleador, remató con el corazón a la red y cambió el guión del encuentro.

San Lorenzo ya estaba obligado a atacar y los espacios, tan bien aprovechados por la velocidad de la BBC (Bale, Benzema, Cristiano), permitirían a Real Madrid reencontrarse con su verdadera imagen en el segundo tiempo.

El equipo ‘Merengue’ no tardó en castigar a su rival con fallo garrafal de Torrico. Apareció ‘Isco’ para poner su magia en el pase entre líneas a Bale, quien controló y disparó con la zurda sin colocación, pero encontró ayuda en el arquero de San Lorenzo.

El galés tenía papel de protagonista principal en una nueva final en el 2014, la tercera con gol tras la Copa del Rey y la Liga de Campeones.

Jugadores de Real Madrid celebrando el gol de Bale. EFE

El segundo tanto era el punto final al partido. San Lorenzo, inoperante en ataque, no tenía fútbol para remontar. Suficiente mérito tenía su presencia en Marruecos tras premiar su crecimiento con una Libertadores inolvidable.

Corrió hasta el último segundo el equipo argentino, mientras que Real Madrid se acomodó. Kalinski enganchaba un balón arriba como primera llegada del equipo argentino,  Benzema buscaba su tanto con un disparo lejano que no encontraba portería y Cristiano iniciaba una carrera desesperada hacia el gol, pero, extrañamente, el portugués no logró marcar por segundo partido seguido.

Antes del fin hubo tiempo para que Casillas apareciese con una buena parada a disparo de Kalinski y otra a Mercier. Y el travesaño evitaba el doblete de Bale en un centro envenenado, pero ya era lo de menos. Real Madrid ya había conquistado el mundo con superioridad.

EFE

 

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