El Proceso de paz y la reacción de los partidos políticos
La Unidad Nacional se ratifica como el bastión del Gobierno del presidente Santos. Los conservadores apoyan el proceso pero consideran que el cese bilateral solo se puede dar luego de la firma del acuerdo. El Centro Democrático lo critica de forma radical.
La obsesión del presidente Juan Manuel Santos de firmar la paz con las Farc parece estar dando frutos reales y para los cercanos al proceso la negociación está en un punto de no retorno. 2015 arrancó con el cumplimiento de la tregua unilateral por parte de la guerrilla, de igual forma el mandatario hizo un llamado a los negociadores para que acelerarán el paso y llegar cuanto antes al cese al fuego bilateral y definitivo. Desde La Habana soplan vientos de paz, y en Colombia, en la arena política, a la que aterrizarían las Farc si el proceso es exitoso, los partidos tiene sus puntos de vista sobre la negociación. La mayor parte lo apoyan sin condiciones, el Centro Democrático mantiene sus críticas y los conservadores declararon que el cese solo se puede dar después de la firma.
Tras el anuncio del presidente Santos de buscar cuando antes el cese bilateral de hostilidades, fue convocada una reunión con los voceros de la coalición de Unidad Nacional, en la que el mandatario explicó las perspectivas en torno a la negociación de paz y los representantes de las colectividades le ratificaron el respaldo político al proceso y al desarrollo de las leyes que se tendrán que implementar para cumplir con los acuerdos de La Habana.
Para el presidente de Cambio Radical, Carlos Fernando Galán, “hay que tener claro que este cese no se ha decretado, y cuando esto suceda se les tiene que garantizar a los colombianos que no van a quedar indefensos, y que se va a continuar combatiendo a quienes delincan. Pero nosotros, desde Cambio Radical, creemos que vamos por buen camino y tenemos claro que uno de los objetivos de la negociación es llegar a un cese al fuego bilateral y definitivo, no nos debe preocupar que se empiece a discutir”.
En el Partido de La U el apoyo también es incondicional. Su copresidente, el senador Roy Barreras, quien también es miembro de la Comisión de Paz del Senado, dijo que “la alocución del presidente es trascendental, la esperábamos. Podemos decir que empieza la recta final del proceso, al fin vamos a poder acabar, a través del diálogo, con ese fenómeno guerrillero. Para el Partido de la U la paz es una prioridad y el fin del conflicto, que no es más que un cese al fuego bilateral definitivo. Cumplido eso va a tener todo el apoyo en los temas de desmovilización, desarme, seguridad política y seguridad jurídica”.
El otro partido de la coalición de Gobierno, el Liberal, también manifestó su apoyo al nuevo paso que se espera concretar en la negociación. Su codirector Horacio Serpa dijo que “yo noto que el proceso está suficientemente maduro para la firma de la paz en el primer semestre, el Gobierno tiene una decisión clara y las Farc han demostrado que están comprometidas con el proceso y reconocen que entre más rápido se acabe la guerra mejor, ellos tienen que continuar. Por ahora con el cese unilateral, que da la certeza de su compromiso con la negociación”. Serpa ratificó el apoyo de su partido a la paz.
En el Partido Conservador el respaldo no es tan incondicional. Los parlamentarios que le apostaron a la reelección de Santos se mantienen firmes e incluso se reunieron con el mandatario luego del anuncio. No obstante, su presidente, David Barguil, plantea que el cese bilteral definitivo solo se puede dar después de que las Farc entreguen las armas y firmen la paz. “Hasta que no dejen las armas y firmen un acuerdo serio el deber de las fuerzas militares es combatirlas. Por ahora, vamos a citar al directorio para conocer las implicaciones institucionales de lo dicho por el presidente”.
Las críticas no podían esperar, desde el Centro Democrático no están de acuerdo con la posibilidad de un cese bilateral. El senador Ernesto Macías señaló “que el presidente Santos está convertido en una ‘marioneta de las Farc’. La guerrilla se está saliendo con la suya porque obligan a un presidente a decretar un cese el fuego bilateral, es decir están obligando a la fuerza pública a que pare, pero mientras el narcotráfico aumenta, la violencia y los ataques a la población. Santos es un presidente humillado”, aseguró Macías.
Así está el escenario político en Colombia y tanto Gobierno como Farc saben que las negociaciones han generado polarización en algunos sectores, dudas en otros y respaldo incondicional desde la coalición. Reconociendo que el paso previo a la firma del acuerdo es el cese bilateral definitivo, las partes tienen que prepararse para la lucha política donde habrá aliados y contradictores.