Elecciones regionales y acuerdos programáticos
Por: Carlos Alberto Baena López
@Baena
Las reacciones e interpretaciones que generó la decisión del Movimiento Político MIRA, de construir Acuerdos Programáticos para las próximas elecciones regionales correspondientes a Alcaldías, Gobernaciones, Asambleas, Concejos y JAL, han sido del más variado orden.
Al respecto, hay que decir varias cosas. Lo primero, es que se trata de una decisión de la Convención Nacional, máximo órgano de la colectividad, en la cual se ha trabajado desde hace meses. Dar el paso a esta nueva etapa no es fruto de una reflexión individual de la Presidencia del Movimiento, o de los miembros de la Dirección Nacional. Es el resultado de un consenso desde el Miraísmo.
En segundo lugar, si bien es cierto que hay una definición general, sobre la no presentación de candidatos por parte de MIRA a alcaldías y gobernaciones, lo anterior no impide que en ciertos casos sí se inscriban algunos a esos cargos. Sin duda, el otorgamiento del aval es un derecho connatural al Movimiento, más que refrendado por la reciente decisión del Consejo Nacional Electoral, en la que confirma la conservación de nuestra personería jurídica. Entonces, como derecho, haríamos uso de él cuando la circunstancias lo indiquen apropiado.
En tercer lugar, optar por la celebración de Acuerdos Programáticos es sinónimo de fortaleza y autonomía. Esta decisión obedece a una estrategia de consolidación y crecimiento. Seguiremos ampliando nuestro espacio en corporaciones públicas, en Comunas, Juntas, Concejos y Asambleas. Esto nos permitirá afrontar los distintos desafíos que le esperan al país en el mediano y largo plazo, con toda la consistencia que ofrece nuestra base ciudadana y en el poder local.
Y en cuarto lugar, sin agotar con esto todos los debates, es necesario recalcar que las calidades, principios y valores que han caracterizado el actuar del Movimiento MIRA, que son la máxima expresión de su independencia solidaria, propositiva y recíproca; así como la primacía del interés general, el debate propositivo dentro del control político, o la libertad para hablar desde las corporaciones públicas a favor de la comunidad, por citar sólo algunas; no quedan menoscabadas con esta decisión, sino por el contrario: salen fortalecidas.
¿Por qué? Porque el mecanismo, abierto y público, de estos Acuerdos para la Cooperación, que implicarán que MIRA respalde otras plataformas programáticas, nos permitirá seguir trabajando, ahora mediante la exigencia de acciones ejecutivas, por el bien de cada municipio y departamento de Colombia.