Destrucción del planeta
Por: Lorena Rubiano Fajardo
“A salvarlo desde nuestras casas con prácticas sostenibles”
Epígrafe
“¡Oh muerte! ¡Muerte cruel! Ley fatal que la Naturaleza debe reprobar, puesto que no tiende más que a su destrucción”.Giacomo Casanova
Es triste y doloroso que ante nuestros ojos y en corto tiempo ocurra la peor destrucción de nuestro planeta ocasionada por el hombre.
Partiendo desde la contaminación de nuestros ríos y océanos se calcula que cerca de 6,4 millones de toneladas de residuos acaban en el mar, de los cuales según Greenpeace solo el 15% llega a las playas y el otro 75% termina en el fondo marino ocasionando un daño muy grave a las especies que allí habitan.
Es tan fatal, irresponsable y evidente, la autodestrucción por el comportamiento de los seres humanos frente a nuestro planeta que, por ejemplo, existen en el mundo cinco islas plástico, la brutal deforestación del pulmón del mundo, nuestro Amazonas; ante los impávidos funcionarios del Gobierno las multinacionales como aves de rapiña acaban con nuestros ríos y montañas y arrasan con el Chocó.
Un equipo de 18 investigadores, encabezado por la profesora Elena Bennett, de la Escuela McGill de Medio Ambiente, Canadá, en estudios recientes comprueba que la actividad destructiva del ser humano ha hecho al planeta rebasar cuatro límites que regulan la estabilidad de la Tierra.
Los científicos han definido nueve límites: “la reducción de la capa de ozono, la acidificación oceánica, el uso de agua dulce, la cantidad de aerosol atmosférico, la introducción de entidades nuevas, los cambios climáticos, cambios en la integridad de la biosfera, el uso del suelo, y finalmente, los flujos biogeoquímicos”.
Agregan en su llamado a las autoridades y en general a la población que “La contaminación del océano, el uso abundante de fertilizantes de fósforo y otros procesos perjudiciales, aumentan los riesgos de desestabilización del sistema de la Tierra para la sociedad actual y futura, que afectará la compleja interacción de la Tierra, el océano, la atmósfera, las capas de hielo, la vida y las personas”.
Entre ellos, destacan el cambio climático, y las alteraciones del ciclo del fósforo-nitrógeno, relacionado con los fertilizantes, y que es crucial para la potabilidad del agua y la producción de alimentos.
“Estos nuevos datos muestran que nuestra capacidad tanto para producir alimentos suficientes en el futuro como para tener agua limpia para beber y bañarse están en riesgo”.
Seguiré escribiendo y golpeando la conciencia de todo ser humano, para que aunemos esfuerzos y empecemos a salvar a nuestro planeta desde nuestras casas adoptando prácticas sostenibles y amigables con el medio ambiente.
