martes julio 16 de 2024

¿El terrorismo, seguirá afectando la libertad de prensa en el mundo?

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 Por Carlos Villota Santacruz

Twitter@villocol

Este lunes 9 de febrero se celebra en Colombia el día del periodista. Un año más de una profesión que además de ser una vocación es un servicio público, que involucra a la comunicación en todos sus frentes: público, privado, académico e investigativo. También es un momento para reflexionar sobre el impacto, al ejercicio de la libertad de prensa, tras el acto terrorista contra la revista francesa Charlie Hebdo -en Paris- un mes atrás.

Aún están frescas –y lo estarán por muchos años- las imágenes de un grupo se hombres armados hasta los dientes, ingresando a las instalaciones del medio de comunicación, para acribillar a sangre fría a una docena de personas, entre ellas el director de la revista. Un hecho de horror y de sangre, que sacudió no sólo a Francia, sino que levantó la solidaridad mundial.

La razón. No solo se apagaban vidas de manera cruel y despiadada, sino que además, se dejaba en peligro y en cuidados intensivos la libertad de prensa. Un hecho que visibilizó las maldades del Estado islámico. Unos desmanes, que se traducen en un acto terrorista de consecuencias devastadoras, en una sociedad globalizada; que en vez de violencia reclama paz. Que en vez de balas, reclama democracia. Que en vez, armas, reclama argumentos. Que en vez, de confrontación, reclama diálogo.

Lo peor de todo, es que este tipo de episodios podrían replicarse en los cuatro puntos cardinales del planeta. La semana pasada, la policía española encontró a dos grupos de hermanos, interesados realizar un atentado terrorista con explosivos, interesados en hacer algo muy parecido, a lo que sucedió en Paris. Todo bajo el argumento islamita, con cuyo argumento es, un alto odio hacia occidente.

En otras palabras, no es de extrañar que la libertad de prensa este en riesgo en el mundo. Hay personas y organizaciones o creencias religiosas, que quieren seguir atentado contra los periodistas por su manera de escribir, de construir o registrar las historias de la que son testigos. Son terroristas asueldo, que buscan generar pánico. Todo por cuenta, que ya existe una audiencia y la violencia vende, más que la paz y la armonía. Las llamadas buenas noticias.

Si usted, amigo lector, -piensa por un momento- con el concurso de las nuevas tecnologías. Con la revolución informática. Un acto terrorista, puede ser replicado y difundido al instante por un celular. A través de twitter o de facebook. Es decir, la amenaza está latente. Hay que estar alertas.

El terrorismo de hoy lo sabe. Por eso busca, hacer cosas cada vez más horribles, en detrimento de la prensa, de hombres y mujeres comprometidos con una profesión, que en el Caso de Colombia, tiene en las estadísticas a miles de profesionales muertos, en particular en las zonas de provincia, en medio de un teatro de guerra, que los ciudadanos piden a gritos que se culmine, para dar paso a la paz.

Lo cierto, es que la libertad de prensa está en riesgo. Estamos asistiendo a un proceso de amenaza constante contra quienes utilizan la palabra, los medios virtuales, la cámara fotográfica, las caricaturas o una cámara de tv para registrar los hechos, personajes y noticias. Eso se hizo palpable contra el ataque a la revista Charlie Hebdo, donde los terroristas mataron a un musulmán: un policía, frente a las cámaras. A los terroristas, es bueno recordarles que en occidente, la caricatura, es una plataforma comunicativa. Que si hay desacuerdos o puntos de vista diferentes, está el diálogo y el consenso. Por ahora, la autocensura no está presente, pero sí el recuerdo de las víctimas que murieron inspirados por el terror musulmán, que hoy no tiene explicación. A propósito de este comentario, usted que piensa E mail [email protected]

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