Expertos internacionales discuten uso de especies protegidas por comunidades como medios de subsistencia
El Caimán del Magdalena o Aguja (Crocodylus acutus), considerado en peligro de extinción y catalogado en el Apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), hace parte de un programa de conservación en la Bahía de Cispatá* en Córdoba, Colombia, en el que se ha venido desarrollando la primera experiencia exitosa con comunidades para el uso y manejo sostenible de una especie, con proyección hacia la comercialización directa de sus partes (huevos, piel y carne, entre otros).
Experiencias como esta serán analizadas en el taller internacional sobre “Evaluación y mitigación de impactos de las decisiones CITES sobre los medios de subsistencia”, organizado por la Secretaría General de la OEA, a través del Departamento de Desarrollo Sostenible (DDS), el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt y la Secretaría CITES. Este evento se realizará del 11 al 12 de febrero en la Bahía de Cispatá.
El objetivo del taller es dar a conocer experiencias exitosas de especies incluidas en los apéndices de la CITES, que han tenido un impacto positivo en la conservación y en los medios de subsistencia de las comunidades rurales. Los expertos pertenecen, en su mayoría, al Grupo de Trabajo de CITES sobre los medios de subsistencia, presidido por Perú e integrado por Argentina, Australia, Austria, Bolivia, Botswana, Brazil, Canadá, Chile, China, Colombia, Guatemala, Indonesia, Kenia, Sudáfrica, Estados Unidos de America, Zimbabwe y un importante número de organizaciones intergubernamentales y ONG.
En el taller se trabajará en la implementación de una guía con herramientas y directrices, elaborada por la Secretaría General de la OEA-DDS y CITES, para la evaluación rápida de impactos, evaluación y abordaje de los efectos de las decisiones sobre la inclusión en los Apéndices de la CITES en los medios de subsistencia de comunidades rurales que dependen en gran medida de especies silvestres.
*La Bahía de Cispatá es un Distrito de Manejo Integrado, zona de manglares más extensa y representativa del Departamento de Córdoba con 11.513 ha, de las cuales 1.436 ha (12.5 %) están identificadas como ciénagas o cuerpos de agua que sirven de hábitat para los caimanes que allí habitan. Es considerada como una de las zonas naturales más importantes en el contexto nacional; tanto por su importancia ecológica y alta diversidad, como por los procesos de ordenamiento del que ha sido objeto y en el que han participado diferentes entes nacionales e internacionales.