miércoles julio 17 de 2024

La vida de una estrella

esteban-jaramillo2Por Esteban Jaramillo Osorio

La vida del futbolista no pasa exclusivamente por la admiración de la gente, sus tareas en las canchas, o sus voluminosos sueldos. Los demonios acechan cuando dan pasos en falso, fallan en sus presentaciones, o padecen largas paras por lesiones.

James Rodríguez, por ejemplo, parece destinado a seguir el camino de Cristiano Ronaldo. En cristiano, no todo lo que brilla es oro. Su mundo es único: en la cresta de la ola, con triunfos profesionales, exposición pública, dinero por montones para satisfacer gustos y caprichos, pero sometido a un análisis permanente que no admite en él el más mínimo reparo.

Que si va al peluquero, que si compra otro carro, que si pelea con la novia, que su lenguaje gestual u oral provoca, que no hace goles, que tiene un implante bucal, que si llega otro romance, que si hace una fiesta… Que si está guapo, pálido o maquillado, o erra una oportunidad manifiesta de gol.

James, hasta ahora, se ve pulcro, trasparente, solidario y sin alardes. Pero es ardua su lucha para imponerse en los campos de juego con soltura y creatividad, y fuera de ellos por todos los matices que tiene la vida de una estrella. James no aburre y tiene alto rating. Pero cuidado extremo debe tener porque el fútbol no solo es triunfos y celebraciones. Es mucho más que eso…

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