Ordenan medida de aseguramiento contra responsables de la masacre de los hermanos Vanegas Grimaldo
El juez promiscuo de Montañita (Caquetá) con funciones de control de Garantías Carlos Alirio Lozada dictó medida de aseguramiento en centro carcelario en contra de Cristopher Chávez Cuéllar y Édison Vega, los dos hombres señalados por las autoridades como los responsables de la masacre de los hermanos Vanegas Grimaldo, de 4, 10, 14 y 17 años, asesinados en la madrugada del 5 de febrero.
Sin embargo, el juzgado solicitó al Inpec fijar el sitio de reclusión y ordenó que los dos hombres estén separados.
Chávez Cuéllar y Vega deberán responder ante la justicia por los delitos de homicidio agravado, porte ilegal de armas y hurto. No aceptaron cargos.
En la investigación se determinó que Édison Vega, uno de los capturados este sábado fue quien contactó a Cristopher Chávez Cuéllar para cometer el crimen en la vereda El Cóndor, zona rural de Florencia (Caquetá).
Lo hizo el 4 de febrero pasado a eso de las 3 o 4 de la tarde. Se citaron en las afueras de Florencia, donde Vega le entregó un papel con los nombres del menor de 17 años y de Jairo Vanegas.
La Policía dice que Vega fue contactado por el autor intelectual, y que este a su vez ubicó a los sicarios.
Chávez Cuéllar, quien es oriundo de Tolima y también fue capturado este sábado, buscó la compañía de otro señalado sicario, quien iba manejando la moto y también iba armado. De este último, que está siendo buscado, se sabe que es de estatura baja.
Los investigadores establecieron que Chávez y el otro sicario (que podría ser capturado en las próximas horas) primero llegaron a una casa, siguiendo las instrucciones apuntadas en un papel, y encontraron al joven de 17 años, a una de 16 y a una tía, con discapacidad mental. Allí llegaron a eso de las 7:30 de la noche.
El objetivo principal era ubicar a Jairo Vanegas, por quien preguntaron. Como no lo ubicaron, Chávez, con amenazas, obligó al joven de 17 años a llevarlo donde supuestamente estaría su padre.
El joven, una de las víctimas, creía que su padre estaba en la humilde casa donde ocurriría en cuestión de minutos el múltiple crimen. Al llegar encontraron a los cuatro niños solos, viendo televisión.
La Policía pudo establecer que primero Chávez optó por esperar a que llegara Jairo Vanegas, pues los niños dijeron que estaba en Florencia.
Durante media hora, aproximadamente, hurtó el computador y artículos personales de la familia. Al parecer también algunos documentos.
Según los investigadores, sin explicación alguna, mientras el otro sicario esperaba afuera del rancho, Chávez decidió asesinar a los menores.
Primero le disparó al joven de 17 años y luego a los de 10, 14 y 4 años. El de 12 alcanzó a huir herido.
Luego del crimen, los dos sicarios regresaron a Florencia. Chávez vivía con una mujer que se había convertido en su compañera sentimental, y tres hijos (hijastros de Chávez).
Al parecer, cuando el caso se convierte en noticia nacional, Chávez opta por enterrar, en la casa en la que vivía con la mujer, la moto que se utilizó para desplazarse hasta la casa de las víctimas. También enterró la ropa que usó ese día, un arma y el papel que Édison Vega le había dado con las instrucciones.
Al realizar el allanamiento, los policías encontraron en el patio una protuberancia de cemento. Fue allí donde encontraron los otros materiales de pruebas.
Ahora, los esfuerzos de la Policía están centrados en capturar al autor intelectual y al otro sicario.