El Ojo del Halkón La vida es sagrada
Dice un corrido mejicano “la vida no vale nada” y prácticamente eso es lo que está sucediendo en el mundo actual, no hablamos solo de Colombia sino de todas las latitudes, cuando se abren los noticieros en los titulares solo se habla de muerte en vez de abrirse con noticias en donde el protagonista sea la vida.
No solo hablo de que la vida es importante por la marcha por la vida que se hace en Bogotá este fin de semana, sino porque estoy de acuerdo que debemos de concientizar a nuestros nuevos valores como son los niños y los jóvenes en la importancia de la vida, el respeto a los semejantes y en donde debemos valorar lo que cada quien piense o haga con relación a asuntos religiosos, políticos y sociales, además de los derechos que hay, sean blancos o negros, sean mujeres u hombres o simplemente discapacitados que van por el mundo cumpliendo con lo que deben de hacer en su paso por la vida terrenal.
No nos importa decir que la banda sinfónica de Villa María Caldas dejó en lo alto el nombre de su pueblo y del país, sino las tonterías de un muchacho malcriado, sin formación desde su hogar que se las ha dado por más de una oportunidad por irrespetar a las autoridades y dárselas de mucho café con leche, sacando a relucir el posible parentesco con un ex presidente de la república y de verdad es que no se sabe quién es él, y así como muchos políticos y personajillos que se creen intocables y que pueden ir por el mundo violando las leyes como Pedro por su casa.
Y quien tiene la culpa de todo esto? La respuesta es muy sencilla, los padres que han perdido la autoridad, los profesores que solo se dedican a impartir conocimientos, los gobernantes, los padres de la patria, los que ejercen justicia y la propia Policía que han perdido autoridad ante sus gobernados.
Estamos en un momento en el que no se cree en la justicia, y ahora menos con el escándalo de la Corte Suprema de Justicia, no se cree en la justicia porque se condena a los inocentes y se deja libre a los culpables, no se cree en la justicia porque dicen los que conocen del asunto que en este país se puede comprar de todo, hasta la propia salvación.
Los líderes religiosos han perdido autoridad y simplemente la vida ha dejado de ser sagrada.
El mal ejemplo da sus resultados, los medios de comunicación no resaltamos sino las malas acciones y parece que nos diera pena y solo en rincones ocultos hablamos de esos hombres y mujeres que sacan la cara por un país en donde su mayoría es buena y los protagonistas son los malos que de verdad son pocos.
En las secciones de farándula no se habla de las grandes actuaciones de los artistas colombianos que tenemos en todos los niveles y solo hablamos de sus debilidades humanas y de los errores haciéndolos aptos para las primeras páginas, y en los deportes ni que se diga, interesa más que James Rodríguez haya ido a una discoteca a tomarse un par de vinillos con algunos coterráneos, después de haber sido la imagen destacable en la fiesta que los Reyes de España ofrecieron al presidente Juan Manuel Santos y a sus invitados y en donde James brilló con luz propia, pues se habló de él con orgullo como un buen jugador, como un triunfador en las canchas y como un hombre de bien, como esposo, como padre y como digno representante de un país que lucha por salir adelante, pero a unos cuantos periodistas les pareció más importante contar lo de los vinillos nocturnos aunque no hubiera sido en momento de escándalo, porque todo trascendió en la más completa normalidad, como cuando cualquier ciudadano va a estos lugares a tomarse una bebida y a escuchar buena música.
Los colombianos ya están o mejor dicho ya estamos mamados de las delegaciones que van por el mundo haciendo mala imagen contra el país, de un ex presidente que no se contentó con un periodo excelente de gobierno y otro regular, sino que a pesar de criticar tanto a Hugo Chávez ha querido seguirle los pasos y seguir gobernando y otros que parecen que su deporte favorito fuera dejar en ridículo al país que les ha dado todo y donde vieron la vida por primera vez.
Al celebrar el Día Internacional de la Mujer da vergüenza que en departamentos donde se caracterizan por la gran religiosidad sea donde más predomina la muerte y donde no se respeta a ese ser que es fuente de vida y solo da cifras escalofriantes de asesinatos y abusos contra las mujeres, pero como decíamos en una oportunidad, que se puede esperar de un pueblo en donde no se tiene respeto por nada y donde cada quien hace justicia por su propia mano.
No estamos seguros de que se vaya a firmar la paz entre el Gobierno y las FARC, pero todos debemos de poner nuestro granito de arena, porque la verdadera paz nace de nosotros mismos y sería bueno que respetáramos a los semejantes, que los militares respetaran a los civiles, que la Policía respetara al ciudadano común y corriente y no abusara de la autoridad, que los ciudadanos respetaran las autoridades, que los Congresistas legislaran como debe de ser, que los ex presidentes orientaran y colaboraran para hacer un mejor gobierno y que evitáramos las divisiones entre todos.
Recordemos que hay que respetar la vida, que hay que respetar al niño, a la mujer y al anciano y en resumidas cuentas respetar a nuestros semejantes, a los animales y a la propia naturaleza porque nosotros mismos nos estamos acabando y estamos acabando con todo. Que no sea un cliché la frase del profesor Mockus, “La vida es sagrada”.