martes noviembre 26 de 2024

Maduro exige a EEUU cesar política intervencionista y reconocer la revolución bolivariana

11 abril, 2015 Internacionales

Nicolas Maduro

 Ciudad de Panamá, 11 de Abril _ RAM_ Acompasado por un ininterrumpido cacerolazo en las calles de ciudad de Panamá y con la diciente ausencia de Barac Obama de la sesión, el presidente de Venezuela Nicolás Maduro intervino este sábado en la VII Cumbre de las Américas, para exigir a Gobierno de los Estados Unidos cesar su política intervencionista y reconocer la revolución bolivariana, a tiempo que le tendió la mano al presidente Obama para, sin intervencionismos ni imposiciones, “resolver los asuntos entre ambas naciones en paz”.

Maduro lamentó que en plena asamblea plenaria, justo antes de su intervención, se retirara su par estadounidense, Barack Obama, y anunció que debía entregarle, por mandato del pueblo venezolano, una carta en el que se exige la derogación del decreto por medio del cual se le impusieron sanciones a Venezuela.

Estoy dispuesto a hablar con el presidente Obama, expresó en repetidas ocasiones Maduro, tras reseñar que desde hace dos años le ha enviado mensajes que nunca ha contestado y que hace 13 meses que designó embajador en Washington sin recibir el respectivo beneplacito.

Maduro dijo que quería creerle a Obama cuando hablaba de buscar una solución a sus diferencias con Venezuela, pero, agregó, no le tengo confianza.

“Le tiendo mi mano para resolver los asuntos entre ambas naciones en paz, sin intervencionismo en asuntos internos de nadie, añadió Maduro, quien advirtió que “los problemas que tengamos los venezolanos, los resolvemos de acuerdo a nuestra constitución”.

“Yo me encabrono y perdónenme la palabra que no tiene un mal sentido en Venezuela, cuando alguien habla de Venezuela”, advirtió, para agregar que si su país se tiene que quedar solo, solo seguirá dando la batalla.

No somos antiestadounidenses, somos antiimperialistas”, dijo Maduro, quien luego advirtió que desde hace tres quinquenios, Venezuela forma parte de los objetivos de Washington, acciones que se acrecentaron a principios de marzo con la firma de un decreto ejecutivo de Obama, en el que declara a Venezuela como una “amenaza extraordinaria e inusual” para la seguridad nacional y política exterior de Estados Unidos, con el fin de justificar sanciones contra el Estado venezolano y socavar la estabilidad y la autodeterminación de Venezuela.

El presidente venezolano exigió al Gobierno de Estados Unidos cesar su política de injerencia y, por consiguiente, respetar los principios de justicia, del derecho internacional y de la libre determinación de los pueblos, establecidos en la Carta de las Naciones Unidas.

Luego insistió en afirmar que le tiende la mano a Obama, para plantearle cuatro demandas concretas.

En primer lugar, reconocer la independencia y soberanía de Venezuela y la revolución bolivariana y socialista; en segundo, derogar la Orden Ejecutiva firmada por Obama el pasado 9 de marzo y en la que se señala a Venezuela como “una amenaza inusual y extraordinaria” para la seguridad del país del norte y con lo que pretende socavar la independencia, soberanía y autodeterminación del país latinoamericano.

Maduro indicó que dicha derogación debe hacerse por la vía diplomática y así “quitar la amenaza” que se cierne contra Venezuela y su pueblo.

El tercer punto -indicó Maduro- tiene que ver con la necesidad de que el Gobierno de Barack Obama desmonte la maquinaria de guerra psicológica, política, económica y militar activada, con el apoyo de agentes internos, en Venezuela, y cuyo fin es acabar con el proyecto revolucionario venezolano y con los logros sociales alcanzados en los últimos 16 años.

Maduro denunció que esa guerra se ha puesto en marcha desde la Embajada de Estados Unidos en Venezuela.

“Estados Unidos tiene que desmontar la maquinaria de guerra en que se ha convertido la embajada de Estados Unidos en nuestro país”, exigió.

En cuarto lugar, el mandatario pidió que se tomen las medidas legales para detener el plan conspirativo contra Venezuela que desde Miami y Nueva York instruye a la extrema derecha venezolana. Este plan -recordó- fue denunciado y desmontado oportunamente por el Ejecutivo a principios de este año.

Maduro rememoró que este plan, que contemplaba su asesinato y ataques en actos públicos en los que participaba el pueblo venezolano, fue dictado vía Skype por Carlos Osuna, uno de los financistas de la intentona golpista, quien vive en Nueva York.

“¿Es legal que alguien dicte el decreto y que no pase nada? (…) Venezuela está bajo una agresión, bajo una amenaza, que debe ser desmontada. Nosotros queremos paz y queremos conversar con el Gobierno de Estados Unidos estos punto y otros que nos lleven a construir una relación civilizada, una relación que de verdad nos permitan avanzar”, reiteró.

Maduro señaló que Venezuela está bajo agresión y bajo amenaza. Queremos paz y queremos conversar con Estados Unidos para llegar a una relación civilizada y que permita avanzar. Creo que estamos a las puertas de una nueva era.

De otro lado, Maduro habló que “la miseria en América latina y el Caribe ha estado vinculada a la desigualdad”, y añadió: “Es la desigualdad la base de la creación de miserias (…) la que crea las condiciones para que las oligarquías en vez de invertir en salud y educación, digan que la salud y la educación no son derechos sociales, sino derechos privados”.

También manifestó que la historia de Venezuela representa una fuerza viva, de la cual el pueblo venezolano está orgullosa y comprometida a mantenerla vigente.

Recordó que precisamente esa historia, cimentada en la gesta independentista del Libertador Simón Bolívar, quien -rememoró- luchó por la autodeterminación y soberanía de los pueblos de nuestra América, es la que guía actualmente la República Bolivariana de Venezuela.

“Para nosotros la historia no son testimonios pasados, ocultos o muertos; para nosotros la historia es una fuerza viva. Y hablamos de la historia porque estamos orgullosos de nuestra historia, de la que construyeron los libertadores y que estamos construyendo hoy. No tenemos una historia oscura de la cual arrepentirnos porque nunca hemos bombardeado ni asesinado a pueblos hermanos, en ningún lugar del mundo”, expresó el mandatario venezolano.

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