Rubens, el caricaturista
Rubén Darío Bustos, habla de cómo el humor gráfico se ha convertido en el pan de cada día en el paísCuando un caricaturista comenta sobre su obra, le brillan los ojos… por lo tanto demuestra la pasión.
Simultáneamente concibe el humor gráfico, como un oficio que lo satisface y lo llena espiritualmente
Por: Jorge Consuegra
(Libros y Letras)
– ¿El humor gráfico es un oficio, una pasión o una profesión?
Interesante pregunta y más cuando es de las preguntas que tienen, tres en una, para mí, el humor gráfico y/o la caricatura editorial que es la que yo practico, se presentan los tres aspectos,. Me explico: hay pasión, es un oficio y a la vez es una profesión, yo no he conocido el primer caricaturista que diga, que le da mamera hacer caricaturas, al contrario, cuando un caricaturista comenta sobre su obra, le brillan los ojos, por lo tanto demuestra la pasión y simultáneamente concibe el humor gráfico, como un oficio que lo satisface y lo llena espiritualmente, ahora bien, aquí toca hacer una acotación etimológica y es qué pasión, que viene del latín passio que significa, sufrimiento, por supuesto no es a la que nos referimos, estamos refiriendo es a la filosófica, que tiene un sentido contrario y es la de atracción, una inclinación, esta pasión, está asociada al amor y atracción, después de todo este discurso, concluyo, la caricatura y el humor gráfico, es un oficio que se trabaja con pasión y que se asume como toda una profesión.
– ¿Quiénes fueron los protagonistas de sus primeros “monos” en su adolescencia?
– Los primeros protagonistas de mis monos en la época estudiantil, fueron mis compañeros a los que yo solía dibujar e incluirlos en mis primeros cartones y lo hacía porque yo solía imitar a Chapete, yo cogía determinado tema o algún hecho relevante de es época del contexto escolar y le intentaba sacar chiste y a la vez criticar o hacerle mofa, esa fue mi primer practica de hacer caricatura y el espacio que teníamos era que se realizaba dentro de la clase de español, llamado “Centro Literario”
– ¿Caricaturizaba a sus profesores y condiscípulos?
– Claro que sí, fueron mi primera población objeto, hay que hacer la aclaración que esta labor de caricaturizar a mis pares y a mis profesores en la mayoría de ocasiones era en forma clandestina o lo que se diría en el argot investigativo, operaciones graficas “en cubierta” y esto lo digo por la sencilla razón de que en la época que me tocó a mi hacer caricaturas fisonómicas, este género no estaba históricamente posicionado, por lo tanto realizarle la caricatura alguien era tomado como, motivo de burla, esto significaba que, el caricaturizado automáticamente se consideraba como víctima de una burla pública y además aludía su afectación en su ego, todo esto traducido en el protocolo del conflicto era considerado como una afrenta, automáticamente el caricaturizado, no veía una obra de arte en la caricatura, sino una categórica declaratoria de guerra.
En conclusión, en esa labor, me gané un poco de enemigos y más en los que no vieron la caricatura como una manifestación artística, sino “una arma de combate”. Admito, que casi muero en “combate”, cuando me dio por caricaturizar a un profesor que resultó ser el perfecto de disciplina del colegio y para completar le decían: “care – crimen”.
– ¿Cuándo empezó a hacer formalmente caricaturas?
– Yo marco mi etapa histórica de mi inicio en la caricatura, con la inauguración del periódico del colegio, estoy hablando del INEM 1971, nos pusimos de acuerdo un grupo de compañeros del grado 11, que nos unía esta afición por tener un órgano informativo y ahí me toco a mi encargarme de la caricatura editorial y otros asumieron las demás secciones, como entrevistas, publicar poemas, crucigrama y pasatiempos y notas literarias. Ahí creo yo que empecé a publicar con un criterio formal y luego vino mi participación en periódicos que yo llamaba “cadapuedarios” es decir periódicos que salían cada vez que se podía.
– ¿Por qué decidió estudiar sociología?
– Para no contar todo el cuento, porque es un poco largo, resulté estudiando sociología, después de haber estudiado en forma fallida lo que más me apasionaba y era precisamente arquitectura, por atares de la vida y debido a que no podía estudiar esta carrera de noche, decidí estudiar sociología, que entre otras era mi plan B, me interesaba por los elementos que me aportaría para ampliarme la concepción del mundo, termine sociología y no me arrepiento de haberlo logrado, puesto me ha sido muy útil en mi vida profesional y en mi oficio de caricaturista
– ¿Ha sido difícil combinar el humor gráfico y la sociología?
– Al contrario, la sociología me resultó una herramienta valiosa para encontrarle otros elementos y darle más posibilidades de construcción conceptual, concretamente, la sociología da una visión amplia para poder conjugar, humor y realidad en el caso que yo manejo, es la comprensión de la realidad social, que es precisamente lo que me interesa en el trabajo, que realizo con “Checho, el deshecho”.
– ¿Cómo surgió la idea de crear a “Checho, el des-hecho”?
– “Checho”, surgió en la universidad, cuando estudiaba sociología y es precisamente en le momento que yo culmino un trabajo de campo, que se realizó en la calle del cartucho, fue una monografía que se focalizo en la problemática de los indigentes y me interesó tanto que centré un desarrollo gráfico en este personaje sacado de esta subcultura urbana
– ¿Qué tipo de reacciones ha tenido con el personaje?
– De todas y sobretodo las que se puede encontrar en un producto como este en que está de por medio el gusto obviamente hay quienes les gusta y no les gusta, afortunadamente son más a los que le gusta, la intensión inicial con este personaje, era proyectado para población adulta, pero resultó gustándole a los que yo menos me imaginaba por ejemplo niños y población adulta mayor, en conclusión resulto un personaje con una recepción pluralista
– ¿Cuántos libros de humor gráfico ha publicado?
– Son tres uno de caricaturas variadas que titulé, Conozca- monos (1997) y los otros dos son de Checho el des-hecho (2007 y 2010).
– ¿Cuáles han sido los maestros, a nivel nacional, a quienes usted le ha seguido la pista?
– A nivel nacional, los maestros Chapete, Carrizosa, Clavijo, Barti, Osuna y Ernesto Franco (Copetín) y Naide
– ¿Y cuáles han sido los maestros a nivel internacional que siempre usted ha seguido?
– Fontanarosa, Blanco, Gila, Mordillo y Mingote, Chumy Chumes, Iván Tubau (Pasteca), Perich, Quino Aldor y por supuesto Chapete.
– ¿Qué es lo más complicado de hacer humor gráfico político?
– Yo no creo que sea complicado, porque de por si el político o lo que produce la política es humor y para los caricaturistas, la principal fuente de la materia prima es la política y los mismos políticos. Ahora bien, lo que sí es una verdad a puño es que algunos políticos han querido complicar la actividad del caricaturista para hacerles apuntes críticos con humor.
– ¿Alguna vez lo han amenazado por hacer humor político?
– Afortunadamente no, durante mis veintitantos años de actividad de caricaturista editorial en El Tiempo, solamente recibo las normales amenazas y “boletiadas” oficiales, mensuales, que son las producidas por las empresas de la luz, el agua y el teléfono.