El Alcalde que necesita Bogotá
Por: Martha Moreno Mesa
Gerente Camacol Bogotá y Cundinamarca
Durante su intervención en la Asamblea Anual de Afiliados de Camacol Bogotá y Cundinamarca, la veedora Distrital, Adriana Córdoba dijo una frase que llamó mucho la atención: “Más racionalidad colectiva y menos pensamiento mágico”. Estas palabras resumen el sentir de los bogotanos frente al Alcalde que necesita Bogotá, teniendo en cuenta los grandes desafíos que tiene la ciudad en temas de seguridad física, jurídica y económica; en oferta de vivienda con acceso a servicios públicos, en movilidad, desarrollo urbano y demás aspectos que garanticen calidad de vida de los ciudadanos.
Bajo este contexto, la ciudad necesita un alcalde con claridad en los principios de institucionalidad, coherencia entre el discurso y las acciones, visión para fortalecer la capacidad de los órganos locales de gobierno; pero sobre todo, que esté dispuesto a escuchar a los ciudadanos y a trabajar en los diferentes frentes para dar soluciones profundas a las necesidades de la gente.
Bogotá necesita un Alcalde que promueva la participación ciudadana y el diálogo institucional que en nuestro papel de representantes gremiales hemos estado, y seguiremos estando, dispuestos a tener para trabajar mancomunadamente con el Gobierno Distrital en beneficio de la competitividad y productividad de la ciudad y la región.
La ciudad necesita un alcalde que promueva el cuidado del medio ambiente en armonía con el desarrollo urbano, el crecimiento ordenado de la ciudad, la planeación concertada del ordenamiento territorial y una política que incluya planes parciales de desarrollo y renovación.
Necesitamos un alcalde que promueva la construcción de equipamientos dotacionales y la infraestructura adecuada para la movilidad y para avanzar en la articulación de la ciudad con la región.
Bien es sabido que en materia de vivienda la brecha entre generación de hogares y producción de soluciones se mantiene en niveles negativos. Según cifras del Dane, en el último año se conformaron 59.000 nuevos hogares en Bogotá, mientras que solo se construyeron 36.000 unidades de vivienda en todos los estratos. En la a oferta de vivienda social, de aproximadamente 7.000 unidades de vivienda que se tenían a comienzos de 2009 la ciudad pasó a menos de 3.000 en diciembre de 2014.
Estos indicadores son una muestra clara de que Bogotá enfrenta un gran desafío en gestión de suelo apto para construir viviendas formales, con acceso a servicios públicos y con equipamientos complementarios que garanticen condiciones favorables de hábitat y calidad de vida. Pero además que existan reglas claras se activen las inversiones para la industria.
Cálculos de Coordenada Urbana, indican que en los próximos cinco años se necesitarán 4.700 hectáreas brutas de suelo para atender las necesidades habitacionales actuales y futuras de la ciudad.
Por todo esto, más que un alcalde, Bogotá necesita un visionario, un administrador, un líder un gerente capaz de dirigir una buena administración. En términos generales, una persona que se comprometa con sus electores y con la ciudadanía a buscar los mecanismos necesarios para solucionar los problemas que tiene actualmente la ciudad y a garantizar condiciones favorables para construir conjuntamente un futuro próspero para la ciudad.
Esperamos encontrar en los líderes políticos de Bogotá propuestas que vayan en concordancia con la Ley y que sean viables, que no se conviertan en promesas sin cumplir. El reto es elegir un alcalde que además de gerenciar con planeación sea eficiente en la administración de recursos.
El gremio, continúa dispuesto y preparado para ofrecer a la próxima administración apoyo técnico, con estudios y análisis rigurosos. Continuaremos comprometidos con la sostenibilidad económica, social y ambiental, además de generar empleo, aportarle a la productividad y al desarrollo sostenible de la ciudad y contribuir con la solución de las necesidades habitacionales de los bogotanos.