miércoles agosto 14 de 2024

El dueto “Cafecito y Caña”: con la música colombiana pegada al corazón

CAFECITO Y CAÑAPor Carlos Villota Santacruz
Twitter@villocol
El pasado 10 de mayo, al filo de la media noche, en el municipio de Cajicá, en el departamento de Cundinamarca, el maestro de ceremonias del XIII Concurso Nacional de Duetos, anunciaba como ganador a “Cafecito y Caña”, integrado por Fabián Fajardo y Mauricio Arcila, que tres días antes, llegaron para participar desde la vereda Chicoral, en el municipio de la Cumbre, en el departamento del Valle del Cauca.
Un triunfo que no es fruto de la casualidad, sino del trabajo cultural, artístico y de un proceso de formación en la vida de niños y jóvenes de la zona rural del municipio de la Cumbre, a través de la Escuela de Música de Chicoral, donde las canciones andinas colombianas están pegadas al corazón.
Donde se habla de hermandad, de compañerismo, de educación, de trabajo en equipo. Donde el amor por la música mueve a una comunidad, a cuidar la naturaleza y un bosque de niebla, que es casa de más de 265 especies de pájaros, que lo hace un lugar único en el mundo.
En el trinar de las guitarras de Cafecito y Caña, se resume la historia de jóvenes que desde niño se enfrentaron a su entorno natural, aferrados a un sueño: la música.  Fabián y Mauricio tienen la fuerza escénica y la interpretación artística para hacer de Chicoral, un sitio emblemático de cultura.
CAFECITO Y CAÑA. (1)Es que en este lugar invertir 100 pesos en la formación de un niño o una niña alrededor de la música andina colombiana, es invertir en el presente y futuro del país, donde el valor agregado es inmenso. Prueba de ello, es que Cafecito y Caña, se han convertido en un referente para su familia, amigos, para los alumnos que forman cada sábado de 8 a 2 de la tarde, en las mismas aulas, donde recibieron clase, diez años atrás. (impacta el desarrollo individual y colectivo de la comunidad)
Es decir, donde el ser humano y su formación integral, ha permitido salvaguardar –de la globalización- un lugar natural enclavado en la cordillera occidental de Colombia. Done las raíces es la tierra. Donde el cariño a la tierra que los vio nacer, se vuelve letras en canciones. Y la interpretación de estas canciones, en éxitos ante un público exigente, como sucedió en el municipio de Cajicá.
Estos dos jóvenes representan una generación que tiene en cuenta las lecciones del pasado. “Nuestra primera tarea, es mirar el presente y trasformar el país, a través de la música, que rompe fronteras, Que refundan la sociedad”, dicen
En otras palabras, gracias a la música “Cafecito y Caña” no solo dan a conocer la belleza natural de Chicoral, sino que a pesar de las cinco décadas de violencia que ha experimentado su país, fueron capaces de sobreponerse a la adversidad, edificando una identidad regional vallecaucana que integrada a  la nacionalidad, visibilizan la vitalidad de la cultura colombiana.
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