Hay quienes prefieren abrir la Santamaría para matar toros, y no el San Juan de Dios para salvar vidas: Petro
Durante la clausura del Foro Internacional Desarrollo Hospitalario en Grandes Ciudades, en el que se abrió un espacio para el intercambio de experiencias sobre el rol que han tenido los hospitales en la conformación de Redes Integradas de Servicios de Salud a nivel mundial, el Alcalde Mayor de Bogotá, Gustavo Petro, se refirió a la oposición que desde la clase política se ha presentado para la reapertura del Hospital San Juan de Dios, HSJD, en Bogotá.
El mandatario aseguró que existe un reto, no solo para mirar el HSJD desde el punto de vista arquitectónico, técnico, y el paquete de servicios que puede ofrecer en el siglo XXI, sino también para admitir el por qué no quieren que se abra el Hospital.
De acuerdo con Petro, “hay una razón política, desde el año 98 no quieren que se abra el HSJD, y aquí tendríamos que adentrar a una discusión, y es que el problema no es arquitectónico. No se quiere abrir el HSJD porque es un símbolo de poder popular, así de simple, y dentro de ese poder, la atención a los más pobres, la necesidad de una salud pública, y en medio de un modelo que lo que ha fortalecido es la salud privada y la salud como mercancía, y para el que puede pagar. Pues esto es un contrasentido, locura le llaman, improvisación, la palabra usual de nuestros concejales, devenidos en yupis neoliberales, porque ahora se volvieron así”.
El Alcalde puso en al balanza las presiones de las que ha sido víctima su administración para que, contrario a lo deseado para el HSJD, se reabra la Plaza de Toros, y se preguntó: ¿por qué sí se tiene que abrir la Plaza de Toros y por qué no se tiene que abrir el HSJD? ¿Por qué si se pueden matar los animales en la Plaza y porque no se pueden salvar vidas humanas en el Hospital?
“Hoy, la Bogotá Humana salta por ambas cosas, decidimos que no hubiera corridas y abrir el hospital y hemos recibido toda la presión del mundo porque no cerremos la Santamaría, los toros, y toda la presión del mundo para que no abramos el Hospital San Juan de Dios. Las luchas son interesantes, pero no es solamente un episodio arquitectónico, necesario si, pero no podemos perder de vista que estamos en medio de un profundo conflicto político y social alrededor de cómo rescatar del corazón de Bogotá, un patrimonio nacional, hoy en ruinas y convertirlo de nuevo en una propiedad de la ciudadanía, en un acumulado de saber y en el hospital que ojalá ya no sea de los pobres, porque la pobreza debe finalizar, sino de la ciudadanía, de la salud pública, no vista como mercancía”, concluyó el mandatario capitalino.