Los cuatro fantásticos
Nunca me gusto el Real Madrid. Razones siempre hubo, como el repulsivo y arrogante alarde de su presidente, que presume de abultada billetera para desnivelar la competencia coleccionando figuras, las que luego descarta de acuerdo con su estado de ánimo o sus caprichos. También, por las irritantes ayudas arbitrales que le empujan a los títulos, el desprecio a los ídolos históricos, el despido de entrenadores sin importar su prestigio, la tendencia de sus jugadores insignia a presionar a los árbitros y su apetito por la prensa rosa, las pasarelas, y la exhibición narcisista de coches lujosos y mujeres voluptuosas. ¿Y qué decir del poder adulador de los cronistas afectos al poder? Sin embargo, anduve atento al desarrollo de su temporada, porque seguir a James Rodríguez siempre fue un motivo. Fue, el suyo, un año fantástico, con goles, pases dirigidos, visión del juego, centros en rosca, en un admirable e indescartable protagonismo. No implica lo anterior, por rebote, que sea seguidor del Barcelona, a pesar de mi admiración por su estilo, el respeto por la pelota, el espectáculo, y por tener en sus filas y asociados, a tres de los mejores atacantes del mundo. Al fin y al cabo, a pesar de su talento, también recibe ayudas de los árbitros.
Siempre he afirmado que soy partidario de cuanto equipo tenga un colombiano en sus filas, no importa el color de su camiseta o el lugar de su competencia. Por eso, en detalle, vi la temporada del Real Madrid, sin interesarme en sus victorias, aunque condicionado a las presentaciones de James, nuestro admirado referente.
También le he seguido la huella a Jackson Martínez con sus 28 goles en 38 partidos este año, lo que le convierte en pieza codiciada por los mejores equipos del mercado, y a Bacca y su incidencia en la formidable temporada del Sevilla. Vi con desagrado el desplome de Falcao (cuatro goles en 26 juegos), maniatado por su desespero y su suplencia, la opaca temporada de Cuadrado, sin minutos en el Chelsea y la confirmación de Ospina en la portería del Arsenal de Inglaterra. Fueron Bacca, James, Jackson y David Ospina, los cuatro fantásticos.