La subida al Soudet, que lleva hasta la Pierre-Saint-Martin, sus 15,3 kilómetros con una pendiente media del 7,4 %, serán el primer test de importancia de la edición.

Habrá que ver cómo afronta el pelotón esta subida un día después de una jornada de reposo y sin que haya subido durante al menos tres semanas ningún gran puerto.

Si las fuerzas acuden a la cita, la subida final puede ser escenario de grandes batallas, sobre todo en un momento en el que tienen que recuperar tiempo algunos de los favoritos reputados por su valía en la montaña, como el español Alberto Contador y el colombiano Nairo Quintana.

Frente a ellos, el británico Chris Froome cuenta con el maillot amarillo y podrá desplegar una estrategia más defensiva.

El puerto, que nunca ha sido meta del Tour, tiene sus porcentajes más elevados en la primera parte, mientras que los 3 últimos kilómetros son más tendidos.