Caterine Ibargüen, campeona mundial de salto triple
Pekín, 24 de Agosto_ RAM_ La Atleta colombiana Catherine Ibargüen ravalidó su condición de número uno del mundo en el salto triple al ganar la medalla de oro en el salto triple del Mundial de Atletismo, que se disputa en Pekín (China), al registrar 14,90 metros en su cuarto intento de la final, con lo que le bastó para ser imbatible en la competencia.
La antioqueña se mostró muy sólida desde el comienzo de la competencia que se celebra en el estadio ‘Nido de Pájaros’.
La medalla de plata fue para la israelí Hanna Knyazueva-Minenko, con 14,78, marca que estableció en su primer intento, con lo mejoró la marca nacional de su país.
La kazaja Olga Rypakova se quedó con el bronce con marca de 14,77.
Por su parte, Yosiris Urrutia, la otra colombiana en la final del salto triple, se ubicó en la dácima posición, con 14,09 metros.
“Vamos, negra”, dice antes de cerrar los ojos por unos segundos y entrar en una completa comunión con sí misma. Repasa las correcciones del último entrenamiento: que manda el tronco hacia arriba, que no pases el pie tan rápido, que vamos con toda. El salto se visualiza primero en la cabeza. La carrera previa para tomar impulso, los 17 pasos largos antes de llegar a la línea blanca y los tres brincos que preceden el aterrizaje en la caja de arena. Con cada movimiento sistematizado, llega el momento de hacer realidad lo que vio en su mente.
Un aplauso llama al público a unirse a la antesala. Dos palmadas en sus largas piernas hacen las veces de arranque. Los músculos están listos. La sonrisa que caracteriza a Caterine Ibargüen la abandonará por un momento. Aparecerá de nuevo cuando se esté parando con la arena pegada a su piel morena y tan tensa que una moneda rebotaría sin problemas.
La primera ejecución es impecable a pesar de regalar unos cuantos centímetros ante la plastilina. El registro: 14.47 metros, suficientes para ponerse a la cabeza de la competencia. El cubano Ubaldo Duany se dirige a la barra que separa la tribuna de la pista para hacer alguna corrección. Él tiene el ojo clínico capaz de ver hasta el más pequeño error en medio de la perfección. Ibarguen escucha atentamente las sugerencias de su entrenador, quien primero la felicita por lo hecho, antes de pedirle que levante más la cadera.
La antioqueña, quien días atrás se deslumbró con el Nido de Pájaro a pesar de haber estado en los escenarios más grandes del planeta, vuelve a reír. Su batalla contra los 15.50 metros establecidos por la ucraniana Inessa Kravets en 1995 continúa. Sin embargo, parece que ese número no la perturba. Ella disfruta del momento, de la gente y de su deporte. Toda una máquina perfecta de músculo y corazón.
Mientras las demás competidoras buscan la manera de alcanzar lo inalcanzable, Caterine estira cada fibra de su cuerpo, y mira de reojo lo que sucede en la caja de arena. Gabriela Petrova obliga a que la exigencia aumente. 14.52, el registro de la búlgara, quien no alcanza a disfrutar de su liderazgo pues la griega Hanna Knyazyeva toma la delantera con 14.78 metros. Llega el segundo intento de la colombiana. El ritual es el mismo. Y mientras ella disfruta cada intervención, cada grito de aliento proveniente de la tribuna, sus oponentes lucen frustradas pues para cada salto Ibargüen tiene respuesta. La nueva marca: 14.80 y otra vez a la punta.
El tercer salto no es el esperado (14.54). Aún así no hay rostro de desilusión. Esa expresión parece ajena para la colombiana, quien irradia alegría a todo momento. Ibargüen se corrige antes de levantarse y sacudirse la arena. Sabe en qué falló y en dónde tiene que mejorar para no cometer el mismo error. En su siguiente intervención ya no batalla contra las demás sino contra sí misma, contra la obsesión de los 15 metros. 14.90, cinco centímetros más que hace dos años en Rusia donde obtuvo el título mundial, la distancia que la separó de sus oponentes y la acercó más a un nuevo oro estableciendo su mejor marca de la temporada.
La ucraniana Olga Rypakova le puso suspenso a la competencia en su último salto con un registro de 14.77 que en principio lució como una mejor marca. Con el salto nulo de Knyazyeva el oro fue una realidad. Sin presión, Caterine realizó su última ejecución en busca de la hazaña. No obstante, no fue el momento de pasar la barrera (el año pasado en Mónaco logró su mejor marca: 15:31). Un 14.70 cerró la participación de la nacida en Apartado, Antioquia, quien con la bandera nacional festejó su segundo título mundial de manera consecutiva a lo largo de la pista atlética.
La reina del salto triple sumó su victoria número 29 de manera consecutiva (no pierde desde los Juegos Olímpicos de Londres 2012, en los que se colgó la plata) y una nueva medalla de oro en su palmarés. A a sus 31 años, Caterine ratificó por qué es la mejor atleta colombiana de todos los tiempos y por qué tiene esa sonrisa adorada.
Saltos de Caterine Ibargüen:
Primero: 14,47
Segundo: 14,80
Tercero: 14,54
Cuarto: 14,90
Quinto: 13,93