Vuelta a Colombia recorrió 1700 kilómetros de la infraestructura en marcha
Medellín, 16 de Agosto_ RAM_ Con una etapa contrarreloj entre la capital de la montaña y el Alto de las Palmas, ‘la Vuelta a Colombia –Infraestructura en Marcha 2015’ bajó el telón en su 65 versión con un espectáculo nocturno que coronó a Óscar Sevilla como campeón del certamen ciclístico.
Desde que el Presidente Juan Manuel Santos Calderón, el Vicepresidente de la República, Germán Vargas Lleras, y la Ministra de Transporte, Natalia Abello Vives, dieron la partida desde Bogotá a la carrera, transcurrieron 14 fracciones que evidenciaron el avance de las nuevas dobles calzadas en varios tramos del recorrido.
Los ciclistas pedalearon a través de la nueva infraestructura de transporte como la Ruta del Sol 1, la malla vial del Tolima con el viaducto y túnel de Gualanday, y el paso por las obras del alto de La Línea.
En este último sector actualmente se adelantan las obras para el Cruce de la Cordillera Central, que involucran 27 kilómetros y la construcción de 23 puentes y 19 túneles, entre ellos el túnel ‘Segundo Centenario’ de 8,6 kilómetros, que conectará al Tolima con Quindío.
“Con el cierre de la Vuelta a Colombia hoy en Medellín, reafirmamos el compromiso con los colombianos y es que en un futuro próximo, las etapas se puedan recorrer en su totalidad por nuevas dobles calzadas” dijo la Ministra de Transporte, Natalia Abello Vives.
Sobre el recorrido del afluente, que será eje fundamental en la Bogotá del futuro, Peñalosa explicó que terminará en Chía, ascenderá a los cerros y atravesará de norte a sur hasta Usme. “Será un sendero además rompefuegos, con un gran tubo de agua con muchas salidas. Tendrá también ciclorutas. De Usme, ese sendero descenderá a cerrar el circuito en la desembocadura del río Tunjuelo en el río Bogotá”.
El candidato concluyó que este proyecto futurista es posible y se convertirá en ejemplo de la recuperación natural y urbana en el país: “Este es un proyecto de clase mundial, va a transformar el carácter de Bogotá para siempre, pero además será el gran sitio de integración de la ciudad. Una buena ciudad debe tener por lo menos uno o dos espacios públicos tan extraordinarios, que aún los más ricos no puedan dejar de ir a ellos. Allí se encontrarán como iguales ciudadanos de todas las condiciones”.