sábado noviembre 16 de 2024

La Universidad Nacional  traza rutas culturales de Caldas

18 septiembre, 2015 Educación, Manizales, Neira
Universidad Nacional Sede Caldas

MANIZALES, 18 de septiembre de 2015. La iniciativa busca potencializar el turismo material e inmaterial en los 27 municipios del departamento.

Se trata de un convenio entre la U.N. Sede Manizales y la Secretaría de Cultura de Caldas, a través del cual se avanza en la construcción de las rutas culturales regionales.

El propósito, según Bernardo González secretario de Cultura de Caldas, es identificar los atractivos turísticos en ese campo y “mercadear” esta cultura ante el mundo.

Para ello, y con base en el trabajo adelantado por parte de la Sede Manizales, se estudian los municipios a partir de la división georreferencial que el departamento tiene en seis subregiones: Alto Occidente, Bajo Occidente, Centro Sur, Magdalena Caldense, Alto Oriente y Norte.

Allí se han adelantado unas primeras intervenciones por parte del personal contratado por la Facultad de Administración de la U.N., para identificar una ruta y aquellas características que aún son imperceptibles por la mayoría de los habitantes de Caldas y el país.

“Existen aspectos que marcan los territorios, por ejemplo, en municipios como Chinchiná existen petroglifos (diseños grabados en roca) que pasan inadvertidos dada la tradición cafetera”, argumentó González.

Tradiciones de una etnia

Desde su planeación y los inicios de su ejecución, los investigadores adscritos han evidenciado que estas subregiones conservan una estrecha relación con sus antepasados y la tradición oral de los pueblos.

El proyecto “Diseño, gestión, implementación y divulgación del programa Itinerarios culturales de Caldas”, impactará a todo el departamento no solo por el proceso del turismo cultural, sino también por todas las aproximaciones académicas que ofrece la U.N., afirmó el profesor David Esteban Molina Castaño, director por parte de la U.N. del proyecto.

Con el desarrollo de este material se generarán insumos para cada municipio sobre planificación estratégica y política cultural, además de incentivar la llegada de otras personas de la región, el país y el mundo a estas zonas.

Ríos, referencia de movilidad

“Cada una de las subregiones tiene unos caminos principales sobre los cuales nos movemos, pero a la vez empezamos a salirnos de esas vías para acercarnos a corregimientos en donde las historias se vuelven centenarias y los relatos cobran vida”, expresó el investigador.

Fue por ello que decidieron darle un nombre a cada subregión, según las características reveladas en lo que se ha adelantado de la investigación, o como lo explicó el profesor, hacer una apropiación y activación del patrimonio en términos de los caminos que unen esas rutas.

Es así como la región Alto Occidente, que recorre el río Cauca entre los municipios de Supía, Riosucio, La Merced, Filadelfia y Marmato, se ha denominado como “Caminos de la Santa Marta”, dado que los españoles llamaron así a este río a su paso por la zona.

A la región del Bajo Occidente, conformado por los municipios de Anserma, Viterbo, San José, Risaralda y Belálcazar, le otorgaron el nombre “Caminos de los Umbra”, ya que el río Risaralda que los rodea anteriormente llevaba ese nombre.

En cuanto a la región Centro Sur, que integra a Manizales, Villamaría, Chinchiná, Palestina y Neira con los ríos Chinchiná y Guacaica, esta ha sido llamada “Caminos de la Cosecha”, dadas las interacciones comerciales que se fortalecieron a través del cable aéreo y las vías férreas.

“Hacia el norte encontramos los ‘Caminos de Horizontes’, sustentados en ese cuadro de Francisco Antonio Cano en el que un hombre le señala un camino a su familia a lo lejos. Allí estamos hablando de los municipios de Salamina, Aranzazu, Pácora y Aguadas”, dijo el docente de la Sede.

“Caminos de las Montañas y los Palenques” es la referencia para la región Alto Oriente, donde están Marulanda, Marquetalia, Manzanares y Pensilvania, dado que la tradición cultural de la zona dice que los indígenas Pantágoras y Emaníes, tratando de sobrevivir a la entrada de los españoles, construyeron grandes palenques o fortalezas.

“Esta historia nos condujo a la región del Magdalena Caldense, que tiene una relación entre Victoria, La Dorada, Samaná y Norcasia y los ríos La Miel y el Magdalena, este último conocido por los indígenas como el río Arli o el río de los peces, por eso a esta zona la hemos llamado Caminos de Arli”, comentó Molina Castaño.

Para finalizar, el director del proyecto dijo que este es un proceso de doble vía, ya que no sólo se hace visible lo público, sino que también se entretejen proyectos de extensión e investigación específicos para realizar a largo plazo.

Como resultado del proyecto se entregarán paisajes sonoros y videos. Adicionalmente se realizará una aplicación para teléfonos celulares como parte de un recorrido virtual por los municipios.

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