Flor Romero en su libro No me mates ¡te amo! habla en forma categórica sobre el feminicidio y la violencia contra la mujer
Por: Jorge Consuegra
(Libros y Letras)
En esta obra la escritora aborda el tema de la violencia contra las mujeres. Asegura que la historia la saturó de argumentos para escribirla y que desde las auroras de la creación se encuentran pasajes en los que ellas son discriminadas.
“Las mujeres en nuestro país se enfrentan a múltiples situaciones de discriminación, desigualdad y violencia. Han sido igualmente afectadas por el conflicto armado, que ha convertido a miles de ellas en victimas de atrocidades como la tortura física y sicológica, la violencia sexual, el homicidio, el desplazamiento forzado, la trata de personas y la desaparición forzada, además de la pérdida de sus seres queridos. Las mujeres han sido víctimas pero son a la vez las protagonistas de la solución. No me mates. ¡Te amo! Es un esfuerzo muy importante por abordar el problema de la violencia contra la mujer y el feminicidio”, (Fragmentos de la carta del presidente Juan Manuel Santos a Flor Romero)
– ¿Qué la motivó para escribir este libro?
La angustia que me ataca cada vez que me entero de las múltiples vejaciones de las cuales es víctima la mujer, sobretodo en nuestro país y sus alrededores en donde se les mata como a moscas, y se enfrentan a múltiples episodios de discriminación, desigualdad y violencia. Ellas, son las principales víctimas del conflicto armado que padecemos desde hace 80 años pues han sufrido la tortura física y sicológica, la violencia sexual, el feminicidio, el desplazamiento forzado, la trata de personas y la desaparición forzada, fuera de la pérdida de sus seres queridos.
– Cuanto tiempo le llevó la investigación para No me mates.¡Te amo?
– Desde los tiempos en que fundé y dirigí La Revista MUJER, me he preocupado por la condición de la mujer, y he querido por medio de las letras ayudar a que la sociedad se concientice de la desigualdad de género y de la necesidad de que ocurra una transformación de la sociedad con miras a la equidad. Ellas han sido víctimas pero a la vez son las protagonistas de la solución porque somos madres y educadoras.
– Qué pensaba en la infancia de este asunto?
– Nací en un pueblo olvidado de la Colombia profunda, y quizá con la influencia de mi madre y de Mamá Señora, cuando me di cuenta que no era niño me propuse actuar como ellos, jugando al trompo, a la rayuela, a las canicas, y a conseguir los privilegios que mi hermano y mis primos tenían. Además me espelucaba al constatar en la biblioteca de la escuela de La Paz de Calamoima, que habían pasado tantos siglos y ellas aún no lograban conseguir la igualdad de género.
– ¿La historia la saturó de argumentos?
– Sí. Desde las auroras de la creación, encuentra unos pasajes en que ellas son discriminadas. En la Biblia hay relatos en que se habla de que había tantas personas, sin contar las mujeres y los niños. Eso significa que ellas eran aparte, no gente. Luego hay pasajes como el del Patriarca hebreo Habraham, casado con Sara, quien al no poder tener hijos, le sugiere al varón que procree con su joven esclava Agar, a quien después de que concibió a Ismael, la arroja al desierto, sin una gota de agua. (Violencia pura) Para entonces Abraham tenía 90 años.
Luego se encuentra una con el episodio del rapto de Las Sabinas, durante la antigua Roma, cuando en las justas deportivas en honor del Dios Neptuno, cada romano rapta a una Sabinia.. En la mitología griega ellas tampoco fueron muy afortunadas, pues los dioses a veces les daban prebendas y al tiempo las castigaban como aquella a quien los dioses le concedieron la gracia de las premoniciones, pero sin que nadie le creyera, La Caja de Pandora, y mucho más.
— ¿Cuál cree que sea el meollo de tal estado de cosas?
.- – Quizá juegue mucho el amor del cual decía Voltaire: El amor es la más fuerte de las pasiones, porque ataca al mismo tiempo la cabeza, el cuerpo y el corazón. La fuerza física ayuda, más el salario del miedo que han lograron instaurar en las mentes de las mujeres.
– ¿Ellas han sido esenciales en la construcción de los pueblos, como afirma en su libro?
– supuesto. Ojalá que la desigualdad y la violencia de género se extingan de nuestra sociedad. Quiero que este libro lo lean en escuelas y colegios, hombres y mujeres para que se ayude a formar una conciencia que revalúe el papel de la mujer en la sociedad, y que las féminas en el congreso, en las alcaldías, gobernaciones y otros cargos importantes elaboren una agenda para alcanzar este objetivo.
Quiero recordar que “injuria es una reconocida consecuencia de la violencia del partener masculino. O sea que las mujeres maltratadas por sus parejas sufren a largo plazo los efectos provocados por las agresiones, trastornos y disfunciones físicas, ansiedad, estrés y depresión. Esto concierne a la salud física y mental.
— En No me mates. Te amo! usted cita muchas veces las estadísticas. Cual fue la que más la alarmó?
– De los mil millones de habitantes más pobres del planeta el 60% son mujeres y niñas. Dos tercios de los 960 millones de adultos que no saben leer, son mujeres. En el 2.014, 1.158 mujeres fueron asesinadas en Colombia, de las cuales 145 por su pareja.
– ¿El libro es una novela o son relatos?
– Como diría Julio Cortázar, es una novela con otras novelas adentro. Acudí a los recuerdos parisienses y colombianos, para oxigenar el texto que es tan dramático y espeluznante, puesto que cuento historias tremendas con feminicidios adentro, violaciones, maltratos, desapariciones y otros horrores.