Pensando en el “cómo”, del futuro cercano
Por: Carlos Alberto Baena López
Tanto el presente como el futuro del país, demandan la puesta en marcha de actitudes diferentes, por cada uno de sus habitantes. Es necesario mirar, desde ahora, hacia adelante con resuelto optimismo. Un nuevo país está en las manos de todos nosotros, para que aportemos en sus procesos de construcción y reconstrucción colectiva.
Esto demanda entonces, que no sólo se depongan las armas, sino los resentimientos, las envidias, los malestares que en el pasado generaron heridas, que tal vez para algunos, parecían imposibles de sanar.
Pero más que un “borrón y cuenta nueva”, se trata de partir de la base según lo que el país, cada departamento, cada municipio ha vivido, y levantar el rostro, viendo las cosas positivamente, para hacer de Colombia un mejor lugar, cada día a la vez.
Estamos a las puertas de que se concrete un Acuerdo de Paz entre las FARC y el Estado Colombiano. Todo parece indicar que la firma se dará. Pero para alcanzar la Paz como ese derecho colectivo, del que todos queremos disfrutar y participar activamente, para que le sintamos real en nuestras calles, en nuestras vidas, es necesario que se trabaje en equipo a su favor.
Estas líneas son pues una invitación a aprovechar lo que nos une para tomar buenas decisiones, integradoras, colectivas, pensando en lo que hay por hacer, que es definitivamente bastante.
Han pasado las elecciones, y la conformación del poder político local está definida para los próximos 4 años. ¡Cuán importante será este lapso! Si se aprovecha la oportunidad, podremos comenzar el camino por la senda correcta, trazando las líneas de transformación social que tanto reclama la vida.
Quienes se alzaron con el triunfo como alcaldes y gobernadores, deberían contar en su agenda con un enfoque colaborativo y solidario, que dé lugar a las diversas voces y representaciones, para expresar su parecer, aportando de forma propositiva y constructiva, en su entidad territorial.
Quienes esta vez vieron cómo aquello a lo que aspiraban quedó en manos de otros, no deberían olvidar la razón y el sentimiento que los impulsó durante meses en sus pretensiones electorales, carrera en la cual lograron que miles y miles de personas se identificaran.
Luego de la evaluación y la reflexión, hay que darle paso a la acción, para trabajar entre todos, con decisión, a favor de un presente mejor, diciendo: ¡con Colombia sí se puede.