Senador Robledo disertó sobre importancia del bahareque en arquitectura de Caldas
MANIZALES, 14 de noviembre de 2015._EJE2.COM.CO_ La vigésima sesión de la Cátedra de Historia Regional de Manizales, Bernardo Arias Trujillo – Cultura y Territorio, contó con la presencia de 146 personas que llenaron el auditorio Tulio Gómez Estrada de la Universidad de Caldas, para escuchar al arquitecto Jorge Enrique Robledo Castillo, quien habló sobre la arquitectura de la región.
Al comienzo de su intervención agradeció la asistencia a este evento cultural y académico, a pesar del partido que jugaba en esos momentos la Selección Colombia con Chile, y de inmediato anunció que su conferencia se enfocaría en la evolución del bahareque, como pieza fundamental de la cultura antisísmica que se generó en Caldas alrededor de este material de construcción.
“Las construcciones de maderas, cañas y tierras, un fenómeno de importancia universal por sus calidades formales y tecnológicas que es único en el mundo, pero muy desconocido. Es una historia muy bella que ojalá todos los manizaleños la conocieran bien porque eso los ayudaría a querer más a su ciudad y a su departamento”, anotó Robledo Castillo.
En cuanto a su opinión sobre la realización de la Cátedra, comentó que felicitó por la gestión al Presidente del Concejo, Francisco Javier González, y a los demás organizadores, porque en su concepto si la gente no conoce su historia difícilmente puede aprender a querer el sitio donde vive.
“Si los manizaleños no queremos a Manizales y no queremos a Caldas pues no es posible que las cosas funcionen bien, entonces estas cátedras, que yo sé que el ambiente normalmente no es fácil para este tipo de cosas, son realmente muy importantes, pues una ciudad que no conoce su pasado, tiene muchísimas dificultades para construir su presente y su futuro”, acotó.
Añadió que por ejemplo en Europa o Estados Unidos, la gente está al tanto de su historia y es muy cuidadosa de este patrimonio. “Son personas que viven en casas de 200 o 300 años y ese es su orgullo. Esos países funcionan mejor que otros donde todo les importa un pepino y lo van tumbando. Por ejemplo, en el caso de la arquitectura, una ciudad que se queda sin sus manifestaciones pretéritas arquitectónicas se queda sin referentes y no tener referentes es una cosa bien negativa”, manifestó.
El bahareque
El congresista presentó unas diapositivas sobre construcciones de bahareque ubicadas en Manizales y otros municipios de Caldas, Risaralda y Quindío, para ilustrar la importancia de este material que en general es de dos tipos: uno compuesto por guadua, madera y tierra comprimida, y el segundo utilizando esterilla de guadua, y que se cubría con láminas de zinc o hierro, y también con tablas.
Para el expositor, la arquitectura tradicional caldense se compone de muros lisos, simetría, balcones ornamentados de madera, y aleros grandes que eran necesarios para evitar que los muros se mojaran, pues el contacto con el agua dañaba la madera.
Habló sobre el empuje de los colonizadores y fundadores de Manizales, que se adaptaron a los materiales que les daba el entorno como la guadua, para aplicarlos a la construcción de las viviendas, buscando estabilidad y seguridad ante la gran cantidad de movimientos sísmicos que se han presentado históricamente en la ciudad y la región.
“La primera casa de tapia y teja de Manizales la construyó don Marcelino Palacios. Luego por temblores se empezó a utilizar la guadua al ver que las viviendas con este material quedaban en pie después de los movimientos“, indicó este arquitecto que trabajó varios años como docente de la Universidad Nacional Sede Manizales.
La construcción en bahareque no se quedó estancada sino que evolucionó hasta el punto de utilizar mortero de arena y cemento para cubrir los muros hechos de guadua, y así evitar el efecto dañino del agua, por lo que comenzaron a reducirse o desaparecer los grandes aleros.
Por último, Robledo Castillo invitó a los manizaleños a que dediquen un tiempo a observar el centro de la ciudad para ver cómo el bahareque sigue estando presente en una gran cantidad de edificaciones, a pesar de los años transcurridos, y que cuiden este patrimonio.