Santos celebra acuerdo global sobre el clima logrado en París, pero advierte que “quedan cosas faltando”
El presidente Juan Manuel Santos celebró el acuerdo logrado en la cumbre sobre Cambio Climático en París y aunque advirtió que “quedan cosas faltando” afirmó que es “un gran acuerdo para el futuro de la humanidad y del planeta”.
Los pronunciamientos los hizo el mandatario colombiano en su cuenta en Twitter, en la cual, además, resaltó que el acuerdo “nos permitirá continuar estrategias para combatir cambio climático y llegar a la meta de reducción de emisiones”.
Santos advirtió que en este campo, “Colombia ha jugado un papel fundamental” y subrayó:
“Esta es la oportunidad de salvar el futuro de nuestro planeta”.
A fines de noviembre pasado, el presidente Juan Manuel Santos estuvo en París donde intervino en la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático COP21 e hizo el lanzamiento de la iniciativa Colombia Sostenible.
En ese marco, el presidente colombiano habló de la urgencia de detener el Cambio Climático y al efecto destacó que Colombia está plenamente comprometida con el proceso, pero –advirtió–no aceptaremos cualquier tipo de acuerdo.
“Este acuerdo debe tener una visión de largo plazo, con señales fuertes para los países, el sector privado, las ciudades y nuestras gentes sobre la necesaria e inevitable transición hacia economías bajas en carbono. El acuerdo debe ser dinámico y tener verificaciones periódicas”, puntualizó.
“Colombia reitera ante el mundo su compromiso con la preservación del medio ambiente, para que este planeta sea –por muchos milenios– la casa de la raza humana”, dijo entonces el presidente colombiano.
Santos enfatizó que es el mayor reto que tiene la humanidad en toda su historia.
Además hizo énfasis en una medida que precisamente se incorporó en el acuerdo final en la cumbre de Paris, pues en esa oportunidad dijo:
“Tenemos el reto de lograr un acuerdo global, jurídicamente vinculante, que –más que un fruto de la diplomacia– sea un logro de la humanidad. Un logro para nuestra propia supervivencia”.
También hizo una exposición de las ejecuciones de su gobierno en ese campo, tras destacar el compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en Colombia en un 20 por ciento en relación con las emisiones proyectadas para el año 2030.
Además, dijo, nuestro gobierno adoptó anticipadamente varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y contamos con una estrategia de Crecimiento Verde, que busca que los sectores productivos adopten prácticas bajas en carbono.
Destacó que en Colombia “vamos avanzando hacia la meta de proteger 7 millones de hectáreas nuevas, declarándolas parques naturales o áreas reservadas. Esto es más o menos la extensión de un país como Irlanda. Y dejaremos protegidas cerca de 20 millones de hectáreas, lo que corresponde a la quinta parte de nuestro territorio”.
Señaló que también estamos comprometidos con la reducción de la deforestación, en particular en la región amazónica y añadió que este compromiso está plasmado en el Programa de Visión Amazonía que, con apoyo de países como Alemania, Reino Unido, Estados Unidos y Noruega –y en colaboración con Brasil y Perú–, nos permite avanzar hacia la meta de cero deforestación, vital no sólo para nuestro país sino para el mundo entero.
Adicionalmente resaltó que Colombia avanza en algo que es también crucial para el ambiente: el logro de la paz.
Sobre el particular reiteró: Si terminamos –como esperamos– nuestro conflicto interno armado, que es el único y más viejo en todo el hemisferio occidental, los dividendos para el medio ambiente serán inmensos. Cesarán los atentados de la guerrilla contra oleoductos e infraestructura que han causado derramamiento de más de 4 millones de barriles de petróleo sobre nuestros ríos y mares, equivalentes a 16 veces el desastre del Exxon Valdez. Y las mismas guerrillas son protectoras de los cultivos ilícitos, que explican buena parte de la deforestación de más de 5 millones de hectáreas de nuestros bosques tropicales. La paz las convertirá en aliados para, en lugar de proteger los cultivos de coca y amapola, sustituirlos por cultivos legales y sostenibles, evitando así esa espantosa degradación ambiental.