A VUELAPLUMA Oscar Salazar Chaves
Por Augusto León Restrepo
Hay que tañer una sonora campana que está a la entrada de su casa que llamó Siboney, en Chía, donde reside desde hace unos quince años Oscar Salazar Chaves, para que el ex Ministro caldense abra las anchurosas puertas e invite a pasar a sus acogedoras estancias . La mano hacendosa y de buen gusto de Doña Melbita es ostensible, etérea en su ausencia, pero siempre presente, como cuando vivía alerta del mas mínimo detalle que pudiera hacer amable la vida a Salazar en la que es su morada, de la cual es difícil sustraerlo. Su música, sus libros y la asidua presencia de sus hijas , de José Fernando y de sus nietas es el imán que lo retiene dentro de sus muros, adornados de viejas y nuevas pinturas.
Fernando de Giles, pintor español de renombre , ya fallecido, y quien fuera el esposo de Consuelo, una de sus hijas , dejó allí colgados algunos de sus cuadros, que ya quisieran lucirlos exigentes galeristas. Otros lienzos y algunas pinturas en madera pintadas por su padre, Aníbal Salazar, y su «vanidoteca » que contiene pergaminos, diplomas, medallas , reconocimientos y fotografías familiares, ambientan el sitio en el que ejerce su generoso y afable anfitrionazgo .
Los reconocimientos los ostenta por haber desempeñado funciones públicas como Abogado del Externado de Colombia, desde Juez Municipal hasta Magistrado de la Corte Suprema de Justicia y desde Gobernador de Caldas hasta Ministro de Trabajo en la Presidencia de Belisario Betancur Cuartas . Y usted lo ve revestido de sencillez, que no de humildad , porque se siente orgulloso, aunque nunca habla de ello, de lo que le correspondió hacer, que siempre lo hizo bien y con las manos limpias. Por eso es que sus amigos y sus ex alumnos, porque también fue Maestro, no dejamos de reconocerle este título, adquirido por su sabiduría y por su ejemplo. Salazar le sigue la trayectoria a cada uno de sus discípulos. Y cuando ha estado en sus manos adecuarles los puentes para sus triunfos profesionales y personales, no ha dudado en construirlos y tenderlos..
Lector inveterado, siempre está al día de lo último en historia y en literatura. Y en política. Creo que su liberalismo de pensamiento le llegó hasta el fallecimiento de Carlos Lleras Restrepo y de Otto Morales Benítez, su cuasipaisano y amigo. Conoce como el que más y lo apasiona en especial la política española. Solo por el placer de oir sus apreciaciones sobre la guerra civil , en la que Salazar tomó partido desde la lejanía por los Republicanos, le he propuesto contapunteos en el que yo soy el redomado franquista, antiliberal de los liberales de España y desde luego, monárquico, feo, católico,conservador y sentimental como decían que era el Marqués de Bradomín. Es un ateo cristiano, devoto del Cristo de Sopó, a cuyo Santuario peregrina cada año. Perdónenme que traiga a cuento algo que pertenece a su fuero interno, pero con ello quiero señalar que en el se conjugan la ética laica y la del Crucificado, lo que lo singulariza como ser convivente y tolerante. Y bien hablado. Jamás le he escuchado un ajo. Detesta la ordinariez y la chabacanería. Y lo grosero y procaz. Pero soporta con resignación a sus amigos maledicentes y boquisueltos, que no son pocos.
De vuelta a sus libros y a su asimilada información, tengo que reconocer que Salazar Chaves corresponde a lo que en puridad es un intelectual. Informado, actualizado y analítico. Pero también poeta y entonado decidor de versos. De los propios y de los ajenos. Cuando publicó algunas de sus producciones, serios críticos le encontraron aproximaciones nerudianas, así como de Porfirio Barba Jacob, uno de sus favoritos, a quien recrea con su memoria prodigiosa en veladas de bohemia. Que son enriquecedoras en su compañía, y a veces interminables , hasta cuando la aurora se confunde con los arpegios de los boleros y los tangos. Tertulias jamás exentas de humor. El de Salazar es negro, imaginativo y agudo como un estilete y disfruta como un adolescente al atribuirle a sus amigos anécdotas que el inventa, para reir a carcajadas con las reacciones que provoca en el auditorio.
A estas alturas del escrito caigo en cuenta de que quienes me leen pueden pensar que se trata de un obituario. No. Por el contrario. Se trata de una celebración. Los amigos de Salazar Chaves exaltamos es su Vida, hoy en pleno disfrute de sus capacidades físicas y mentales. Sus hijos y sus nietos nos invitaron a su casa a una inolvidable fiesta para celebrar su cumpleaños y nos regocijamos con ver al amigo como en sus mejores días, coronado de salud, de alegría y también de una entendible melancolía.
Por ello nos enternecimos hasta las lágrimas, cuando su nieta María del Mar Crespo Salazar, estudiante de periodismo, nos entregó un documento gráfico y sonoro de lo que ha sido su existencia. En la fiesta inolvidable de Diciembre, sus amigos y parientes mas cercanos chocamos nuestras copas para agradecerle que nos haya deparado tantos momentos de amistad, afecto, música y sabiduría, lúdica, poesía y don de consejo . Y yo en especial, sus lecciones de ansermeñidad. No he conocido a alguien que haya amado con tanta lealtad a su tierra natal, Anserma Caldas. Doña Melbita, sus hijos, sus nietos, su familia , sus amigos, su sentimiento por su inolvidable aldea, constituyen los valores que han sustentado su existencia.
Me tomo la vocería de quienes lo admiran y lo aprecian, para decirle una vez más ¡ SALUD ! . Que el resto de su vida sea pródiga y sin turbulencias , como lo ordenan los cánones de la felicidad.