Dáyer Quintana abre su propia historia con el título del Tour de San Luis
Foto: Pablo Cersosimo
SAN LUIS, ARGENTINA, 24 de enero_ RAM_ Dáyer Quintana empezó a escribir su propia historia con un triunfo de enorme valía para su crecimiento dentro del pelotón más importante del mundo. El menor de la dinastía Quintana ratificó este domingo lo que a fuerza de empuje, ganas y talento se ganó con dos jornadas de alta montaña a la altura del apellido que le precede, y que hoy por hoy es uno de los más ilustres en el mundo del pedal.
El boyacense de 22 años brilló con luz propia en San Luis, y contrario a lo que podría pensarse al inicio del evento, recibió el trabajo incondicional de Nairo en las cuestas del Cerro del Amago y Comenchingones para coronar el primer título profesional de su carrera. En su primera temporada con el Movistar, Dáyer se adjudicó el triunfo de la etapa reina de la Vuelta a Austria y de ahí en adelante siempre estuvo presto para colaborar con los objetivos del equipo.
Ahora, en vista de su buen rendimiento, los dirigidos por José Luis Jaimerena apostaron todo por el joven boyacense, que supo responder a la responsabilidad otorgada subiendo al compás de su hermano y de Miguel Ángel López en las rampas del Filo de la Sierra Comechingones. Y aunque el parcial no fue suyo, se llevó el premio mayor desbancando del liderato al argentino Eduardo Sepúlveda, a falta de una jornada.
Con la hazaña consumada solo restaba el desenlace en el circuito de San Luis y así fue: Dáyer, como su hermano Nairo en 2014, se subió a lo más alto del podio para honorar el respaldo familiar y el de todo el equipo.
Para el país también fue una semana brillante con dos triunfos de etapa de Fernando Gaviria (Etixx Quick Step) y Miguel Ángel López (Astana Pro Team), quien además se consagró campeón de la categoría Sub-23.
Movistar se llevó el título de la clasificación por equipos, donde también figuró en el tercer lugar del podio la formación del Strogman Campagnolo.
El suceso lamentable fue el accidente que sacó de carrera a Fernando Gaviria (con una fractura del radio) y Rodrigo Contreras, quien recibió 15 puntos de sutura después de la caída.
«Me emociona y me da mucha felicidad el triunfo de Dayer. Le dirijo desde pequeño. Era yo quien le daba las collejas y le corregía, como si fuera yo su padre. Le he traído aquí y verlo dos escalones por encima es un orgullo para mí. Seguro que mis padres y la familia estarán también emocionados. Sí, es como si hubiera ganado yo», dijo el mayor de los Quintana.
Nairo recordó que vio la fortaleza de Dayer «desde que era pequeño».
«Pronto vi que podría ser un buen ciclista, pero tuvo que pasar por otros caminos antes de dedicarse al ciclismo y eso le retrasó. Cuando volvió había perdido algo de ritmo. Es un ciclista muy fuerte y sabía que podía ser similar a mí, un buen deportista. Le aconsejé y poco a poco demostrará su calidad», señaló.
Recordó Nairo el triunfo de Dayer en la Vuelta a Austria 2014: «Demostró que podía ser profesional y que está en Movistar por sus posibilidades, no por ser mi hermano».
Nairo Quintana tuvo palabras para su compañero Adriano Malori, internado en el hospital de San Luis con traumatismo craneoencefálico y para los corredores del Giant Alpecin atropellados el sábado en Alicante (España).
«Quiero mandar un saludo a los corredores del Giant de parte del Movistar. Es triste que pasen esas cosas, y dedicar la victoria a nuestro compañero Adriano Malori. Espero que se recupere y que pronto esté con nosotros», dijo.
Quintana recordó las obligaciones de los automovilistas para evitar más accidentes mortales.
«El año pasado se produjeron muchas muertes, y a mi hermano le atropelló un loco, que encima nos ha demandado. Hay que tratar de que se respete el 1,5 metros de separación del vehículo sobre el ciclista», concluyó.
Nairo y Dayer son como dos gotas de agua
Dos años menor que Nairo (cumplirá 26 en unos días), a Dayer Quintana (cumplirá 24 en agosto) no le está resultando nada fácil destacar en el ciclismo. Las comparaciones son inevitables y, lejos de lo que pueda parecer, llevar el apellido de un ilustre da más problemas y dolores de cabeza que ventajas. Quizás no al principio, pero luego sí. Sin embargo, es obvio que son iguales. «Nadie puede negar que son hermanos», explica el doctor Jesús Hoyos, galeno del Movistar, por su extremo parecido. «Y comparten la misma genética», lo que en parte puede explicar la victoria del pequeño en esta décima edición del Tour de San Luis.
Nairo y Dayer son como dos gotas de agua. Los dos miden 1,67 kg, aunque el pequeño pesa un kilogramo menos que el mayor: 58 kg contra 59 kg. «Son iguales», insiste Fran Ventoso, el corredor del Movistar que hoy, en ausencia de Adriano Malori, hospitalizado desde el viernes, aunque afortunadamente en franca mejoría, se ha encargado de despejar los obstáculos de la ruta y quitarles el viento en la última etapa. «Nairo es más maduro. Es de esos corredores que tiene la suerte divina de decidir quién gana la carrera. Es lo que hizo ayer, en favor de su hermano, en la ascensión a Comechingones».
Según Ventoso, la suerte de Dayer es tener a su lado al «mejor maestro posible. ¿Quién mejor que su propio hermano para que le aconseje en todo, en los entrenamientos, en la alimentación, en cómo superar la lejanía de la familia cuando estás corriendo? Dayer se casó el año pasado… Y ya se sabe que los colombianos añoran mucho a los suyos. Es lo que más les cuesta, aunque Nairo lo tiene todo muy claro. Nairo sólo hay uno, pero Dayer ha demostrado que no está aquí por ser su hermano, sino por méritos propios».
La victoria en el Tour de San Luis, servirá al pequeño de los Quintana para coger confianza. «Tras sufrir una caída en el Giro de Italia, Dayer tuvo un año 2015 muy irregular», explica José Luis Jaimerena. «Pero está claro que este invierno ha hecho bien las cosas y ha vuelto a ser el corredor que ganó, en el año de su debut, la etapa reina de la Vuelta a Austria».
Pero, ¿pensaban en el equipo Movistar que se podían llevar la victoria con Dayer cuando arrancó la carrera? «Nairo nos avisó de que su hermano venía muy bien de forma», explica Ventoso. «Pero, honestamente, al principio no pensábamos que podía ganar», de ahí que siempre, por si acaso, en el equipo Movistar hayan jugado las dos cartas, las de los dos Quintana. «No sé hasta dónde llegará Dayer, pero estoy convencido de que en dos o tres años Nairo va a ganar las tres grandes. Lo tiene todo para ello».
Dayer y Nairo, Nairo y Dayer, tanto monta, monta tanto. Hoy por ti, mañana por mí. Un apellido ilustre que ha recobrado su brillo en San Luis gracias al pequeño… y al grande, porque para desgracia del argentino Eduardo Sepúlveda nadie sabe qué habría pasado si no hubieran estado juntos.
«Es muy gratificante saber que el dos veces subcampeón del Tour y ganador del Giro trabaja para ti», ha dicho Dayer sobre su hermano. «Te da motivación y sacas fuerzas de donde no hay», ha añadido el ganador del Tour de San Luis. «No puedo compararme con él, es como hacerlo entre un coche de 1980 y otro de 2016, aunque hay que soñar con eso y, si no se puede conseguir, habrá que morir en el intento».
Nairo estaba feliz, si cabe más que Dayer. «He venido dirigiéndole desde que era pequeño y me emociona verle no uno sino dos peldaños por encima de mí. Me siento orgulloso y tanto mi padre como el resto de la familia estarán enloquecidos y llenos de emoción, más que si hubiera ganado yo».
Sepúlveda también tenía motivos para estar feliz. «Me hubiera gustado ganar, pero las cosas son como son y tengo que estar contento de estar junto a estos dos grandes corredores», ha dicho. La décima edición del Tour de San Luis no ha podido tener un podio mejor.
Para Mareczko, la última etapa
El broche de oro a esta fabulosa edición de la mejor carrera de América Latina lo ha puesto el italiano Jakub Mareczko, que se ha impuesto al sprint a su compatriota Elia Viviani, Jason Lowndes y Peter Sagan.
Mareczko, a sus 21 años, ya tiene un bonito palmarés. La temporada pasada, su primera como profesional, ganó dos etapas en la Vuelta al Táchira, otras dos en la Vuelta a Venezuela, una en el Tour de Hainan y ¡siete! y la general final del Tour of Taihu Lake, en China.
Además de para dilucidar el ganador de la última etapa, la jornada ha servido para que ‘El Loco’ Guevara haya reafirmado su liderato en las Metas Sprint y para que Eduardo Sepúlveda (Fortuneo) se haya llevado finalmente la montaña, que lideraba Román Villalobos.