El Ojo del Halkón ¿Que nos acorrala, el Fenómeno del Niño o el Cambio Climático?
Por Rubén Darío Mejía Sánchez
Cuando nos estamos muriendo de sed y vemos que llegar a las plazas de mercado se ha convertido en una verdadera hazaña la pregunta que nos hacemos de manera desprevenida es: ¿y porque esta todo tan caro? Y la respuesta de los vendedores es llana y sencilla, porque hay heladas, porque mucho calor y porque las cosechas son pocas por no decir, no hay cosechas de los productos básicos.
Una bolsa de leche vale más en estos momentos en Colombia que un litro de gasolina y no se puede hablar de productos básicos como el arroz, las papas, las verduras y las frutas, sin tener que pensar que en los bolsillos tenemos que triplicar el salario mínimo decretado por el gobierno para el presente año y nos tenemos que aguantar a los politiqueros de turno entre ellos, al Procurador y a los dirigentes de las centrales obreras que hablan de demandar dicho salario, sin importarles que esto sería tan nefasto, como dejar a miles de conciudadanos sin trabajo.
El Gobierno ha dicho que no habrá más reajuste al salario mínimo y desde la bella ciudad de Paipa en el departamento de Boyacá, el presidente Santos ratificó su intención de no aumentar el IVA del 16%, pero con todo el respeto que se merece el Gobierno, con el señor Presidente a la cabeza, pasa lo que sucede con las mujeres en su mayoría, que no saben expresar su deseos y todo lo dicen al contrario, porque por lo general cuando dicen que aman, no aman, que no quieren una cosa cuando si la quieren y a veces parece ser que el Presidente hiciera la mismo, como en sus épocas de campaña política cuando habla como cualquier candidato de que no habrá impuestos y es lo primero que decreta al llegar al cargo; aunque aquí digo como mi abuela María Brígida, “ojala Diosito Santo yo esté equivocado”.
Con todo lo que se está sufriendo por la escasez del agua y los fenómenos naturales que son incontrolables, nos hace acordar que sin hablar de temas religiosos, los humanos somos simples mortales y que hay cosas como los temas de la naturaleza que no los podemos dominar, porque son cosas de la naturaleza y es de recordar que hace unos años, por lo menos eso recuerdo, que cuando era niño uno sabía cuándo vivía en países tropicales como el nuestro, cuando era verano y cuando era invierno; pero el decir ahora es que el tiempo se ha vuelto loco y yo diría que los locos somos nosotros, porque no le creímos a otros que creímos que estaban locos, cuando nos hablaron del cambio climático y nos daban recomendaciones para evitar la tala de los árboles, cuidar las orillas de los ríos, la contaminación de los mismos y no utilizar una serie de artículos modernos, como los aerosoles y otros de belleza para las mujeres, que afectaban el medio ambiente, pero pensamos en el dinero mediático y no en el bien de la humanidad en un futuro y eso es lo que estamos padeciendo.
Mientras que Colombia sufre el Fenómeno del Niño, por ejemplo, en Estados Unidos hoy mismo sufren por la llegada de una tormenta a la que han llamado Jonás y Jonás en la Biblia fue inseguro, pero este Jonás llegó a los Estados Unidos arrasando con todo y dejando muerte y desolación, con muchos daños materiales por doquier.
Cuando los ambientalistas, hablo de los ambientalistas serios, de los que de verdad aman la naturaleza pusieron el grito en el cielo, no solo a nivel local sino internacional, muchas fueron las burlas que recibieron y las grandes potencias mundiales y en especial las grandes empresas, pensaron en su seguridad propia y en llenar sus bolsillos del dinero mezquino que trata de desaparecer y apretar a la humanidad y que es causa de la mayoría de muertes en el mundo.
Cientos de reuniones se han hecho, algunas de las potencias, entre ellas China han dicho que no ceden, a pesar de que se firmó hace unos meses un acuerdo, del que se espera tanto, como la firma de la paz en Colombia, pero en donde comparativamente hay grupos tan inseguros y con ansias desbordados, como las FARC que cada día ponen más trabas y más compromisos para firmar el anhelado documento de la paz y esto mismo sucede con el medio ambiente, no pensamos sino en la parte económica y nos olvidamos que nos estamos quedando sin nevados y sin páramos, y lo peor de todo, sin ese líquido vital que se llama agua.
Ha habido gobernantes tan irresponsables que han regalado el agua, que han rebajado las tarifas a los estratos 1 y 2, cuando es donde más se malgasta este precioso líquido y donde no hay responsabilidad de lo que se hace, mientras que a la clase emergente se le cobra altas tarifas y se les anuncia, y se les aplican grandes sanciones si se les pasa medio o un metro más de lo que dice un contador.
Se pregunta si lo que está pasando en este momento es a causa del Fenómeno del Niño o del Cambio Climático y se anuncia que llegará tan fuerte el Fenómeno de la Niña que hablaremos de extremos y fue exactamente lo que sucedió hoy en la ciudad de Cali en donde venían de sufrir calores exorbitantes y amanecieron con un sábado lleno de agua que no dejó sino destrozos y daños en la bella Sultana del Valle; lo que nos responde la pregunta, es el Cambio Climático, al que no hemos querido ponerle cuidado y que si nos descuidamos va a acabar con muchas vidas, porque tanto la sequedad como las inundaciones acaban con la vida humana y animal, porque son de igual de peligrosos como desastres; en este momento son muchas las reses de ganado y de aves que han muerto, reajustándose de esta manera los precios del ganado y del pollo y de los productos agrícolas y cuando hay inundaciones pasan igual, es decir, el clima nos está pasando la cuenta y estamos siendo castigados por algo malo que hemos hecho como es no respetar la naturaleza y tener prácticas no muy sanas como la minería ilegal, en donde se utiliza el mercurio que acaba con la vida a su paso.
Creo que el llamado del Gobierno es bueno, aunque no se le escuchó a tiempo y ahora nos tenemos que preparar para sufrir las consecuencias porque los grandes meteorólogos como Max Enríquez desaparecerán, porque por mas adelantos que tenga la ciencia, la naturaleza que es dura y juguetona hará con ellos y nosotros lo que se venga en gana, sin que tengamos la manera de contrarrestar estos daños y mucho menos si no tenemos conciencia y responsabilidad con nuestros actos al no ahorrar el agua y la energía y no respetar la naturaleza y la vida humana.
Todo lo anterior vendrá como un apocalipsis, en donde se pierde la vida y la economía nos aprieta a cada momento y veremos que el empleo, la paz y la tranquilidad van a estar muy lejos, porque ya cambiará el porqué de las guerras, porque podemos vernos ante un momento bastante difícil que será simplemente la lucha por la supervivencia.