7 días en la Habana. Experiencias de tres hombres de Palabra (1).
Por: Enrique Córdoba R
El vuelo Miami-La Habana tarda 40 minutos, pero hay que llenarse de paciencia, el viaje con el charter de VaCuba/Aruba Airlines se demora 12 horas. Citan a las 7 a.m. y sale a las 6 p.m.
El apartamento lo contraté y lo pagué en dólares desde Miami. Llegar a La Habana es ver la ciudad detenida en el tiempo. En los 60s. Automóviles de los 40 y 50s. Casi nadie acepta dólares.
“El dólar aqui no vale”. Hay que cambiarlos en la CadeCa 0.87 de CUC por dólar. Una comida en un paladar puede costar 15 CUC. Un taxi entre 5 y 10 CUC. Tampoco reciben las tarjetas de crédito de USA. Viajo con el novelista Armando Caicedo y el poeta John Jairo Palomino, de la Fundación Memoria Cultural, invitados a la Feria del Libro de La Habana. Hombres de Palabra. Colombianos en USA.
Dos y tres presentaciones diarias, incluida una en Pinar del Río. ¿Qué ha cambiado en este año?, pregunté. “Estan llegando turistas americanos”, fue una respuesta. “Obama se quedó corto”, comentó un taxista. La Habana se desmorona. Mansiones art decó, grandes casas de estilo neoclásico, habitadas por familias premiadas por la revolución, se caen a pedazos. ¿Qué piensa de la reanudación de relaciones con Estados Unidos?, pregunto.
“Hay muy buenas perspectivas”, asegura un señor de 80 años. “Pero deben levantar el embargo, quitar el bloqueo”. Entro a comer en el Idilio, un paladar en el Vedado. Símbolo de los nuevos negocios de particulares. Son los cuentapropistas, la iniciativa privada. Son miles, uno de los cambios más visibles. Testimonios de la gente sobre la revolución y el futuro de Cuba, escribiré en próximas crónicas.