lunes noviembre 18 de 2024

En la paz, llegó la paz

esteban-jaramillo2

Por Esteban Jaramillo Osorio.

Las convicciones  del entrenador eran las del equipo: Ganar y punto. El día previo, en su protocolario discurso, Pékerman lo hizo saber ante la prensa que miraba con escepticismo el resultado.

No estaba fuera de foco el entrenador, ni disfrazaba con sus frases optimistas, los temores típicos de jugar  en la altura. El rival, tan poca cosa, no era un adversario temido. Lo eran la asfixia, la perdida de la voluntad porque las fuerzas huían y la propia Colombia con el riesgo de perder su estilo, traicionado por debilidades físicas.

Ante Bolivia, gran partido. El calificativo no se solo se atribuye a los duelos en los que la técnica brilla. También lo son aquellos en los que la tenacidad se impone, el sacrificio es argumento único y el aporte emocional juega papel preponderante. El gol del cierre es el premio a la vitalidad del objetivo, entendiéndose que el saldo fue incierto hasta el último minuto.

Lo  básico, sobre el papel,  con instrucciones primordiales en materia  táctica y estratégica, era ganar. Y se logró sin espacio para gustar y convencer. Los goles fueron excepción, con el máximo disfrute por su desarrollo y cierre.

James no estuvo en el furor de su rendimiento, el que le es característico y  le convierte en  figura reconocida y admirada. Juega en los topes en su aspecto físico, buscando,  con su aporte, la redención de los males que le atribuyen en su club.

Pero fue, a lo largo del partido, referente obligado. Tuvo participación activa en los tres goles, en el comienzo desarrollo o conclusión de las jugadas.

Colombia jugo al borde del colapso en el segundo tiempo, después de imponer su autoridad en  el primero, cuando privilegió el control del espacio sobre el manejo de la pelota. La mente se confundía y el cuerpo se moría, por el descomunal desgaste. Pero, jugando al limite, con relevos oportunos que llegaron desde el banco, se fabricó una de las victorias mas celebradas del proceso Pékerman, por las anormales condiciones del partido.

Colombia encontró el rumbo perdido, el día menos esperado, sin la frescura característica de su juego, por la incomodidad para desarrollarlo, con un empuje moral que no puede ser desaprovechado, mirando el calendario hacia el futuro.

futbolred.com

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