La ciclovía fue naranja
Por: Chris Mosquera
La lluvia, que se veía como un impedimento para el éxito de la actividad, no pudo contener a las más de 750 personas que visitaron ayer la FILBo en bicicleta, luego de un recorrido que inició en la carrera Séptima con calle 60 y desembocó en Corferias. Los primeros 500 participantes en llegar al punto de partida recibieron pases de cortesía para la FILBo y un kit de Holanda, país invitado de honor a la feria.
Entre los felices conductores se encontraban jóvenes profesionales como Juliana Isaza, diseñadora industrial que buscaba aprovechar su entrada gratuita para asistir a todos los eventos relacionados con la cultura de la bicicleta. También, personajes como Andrés, un mecánico que diseña bicicletas con temáticas por encargo y que brilló en el recorrido con su vehículo azul, cuyo estilo evocaba una Harley Davidson que no contamina el medio ambiente.
Los cientos de amigos de las bicicletas y las letras recorrieron la Séptima hacia el sur, hasta la calle 39, donde tomaron el desvío que conduce hasta la avenida El Dorado. A la altura de la Universidad Nacional desviaron hasta Corferias en donde parquearon e ingresaron al recinto que los recibió con los brazos abiertos.