“Tenemos unas Fuerzas extraordinarias, que lo que vamos a hacer es seguir fortaleciéndolas. Que van a tener más oportunidades académicas. Que vamos a abrir muchas más oportunidades para que se vayan a estudiar al exterior. Que vamos a hacer misiones en el mundo entero. Ya estamos comenzando a diseñar los centros de entrenamiento, porque ustedes saben que las participaciones en las misiones de paz internacional requieren un entrenamiento previo. Eso automáticamente les va a duplicar o triplicar los ingresos a quienes participen en esas misiones”, explicó.

Se refirió a la cooperación que prestan las Fuerzas Militares y de Policía de Colombia en el Triángulo Norte de Centroamérica: Guatemala, Honduras y El Salvador, coordinadamente con Estados Unidos, donde se busca que nuestro país brinde entrenamiento y ayude a resolver los problemas de seguridad en estos países.

En su exposición, el Presidente Santos recordó las líneas rojas que puso el Gobierno al iniciar las negociaciones de paz en La Habana, las cuales se han cumplido a cabalidad y entre las que se destaca que no se iba a discutir en la mesa el futuro de las Fuerzas Armadas.

“Una línea roja que pusimos desde el principio: no se va a discutir el futuro de nuestras Fuerzas Armadas, ni su doctrina, ni nada que tenga que ver con la composición, la estructura o el futuro de nuestros soldados y nuestros policías”, dijo.

Y agregó: “Fue una negociación dura porque en todos los procesos de paz la primera meta de los grupos insurgentes es: sentémonos a ver cómo se va a replantear la composición de las Fuerzas. Sucedió en El Salvador, sucedió en Guatemala. Aquí tengo entendido que vino un general de El Salvador a hablarles a ustedes recientemente. Es una situación completamente distinta. Allá sí se negociaron las Fuerzas. Aquí no se ha permitido ni siquiera que se toque el tema”.

De acuerdo con el Mandatario, “cada vez que algún miembro de la guerrilla quiere introducir el tema –porque permanentemente quieren introducir el tema, por supuesto están ellos en su juego–, los negociadores, el general Mora aquí presente, dicen: quieto ahí, este tema no es de la mesa de negociación”.

“Dijimos claramente que no iba a haber cese al fuego sino hasta que tuviéramos la certeza, hasta que llegáramos al final del proceso. Eso lo cumplimos a cabalidad. Dijimos que no íbamos a negociar ninguno de los aspectos de nuestra institucionalidad, ni nuestras instituciones, ni nuestras políticas: la política económica, la política de inversión, la política tributaria. Que eso no era negociable. Y no ha sido negociable”, puntualizó el Presidente de la República.