El Giro de Italia disfruta de su segunda jornada de descanso después de la contrarreloj de Chianti, que lejos de aclarar las posiciones entre los grandes favoritos, dejó la carrera más abierta de los esperado, con Nibali, Valverde y Landa en un margen de 25 segundos. Y queda toda la montaña por delante.

Los pedalistas más perjudicados tras la novena etapa, fueron los colombianos Rigoberto Urán y Esteban Chaves y el ruso Ilnur Zakarin. Los dos pedalistas nacionales perdieron mucho tiempo con respecto aAlejandro Valverde y Vicenzo Nibali. No obstante, aún queda por recorrer toda la montaña. En estas competencias una caída o un mal día puede ser la diferencia, pero queda mucho terreno por recorrer. «La contrarreloj salió peor de lo que esperábamos. Sufrí una caída que no esperaba. La verdad que bajé bien, controlando todo. Lo importante fue que no se sufrió ningún golpe muy fuerte. Ahora queda recuperar y ver qué pasa», dijo Urán a RCN tras la crono.

Ilnur Zakarin, por su parte, sufrió tres caídas. Llegó raspado, con el uniforme hecho harapos. Su apuesta estaba en la contrarreloj, sin embargo, la lluvia le jugó una mala pasada. Llegó con un tiempo de 55’36» a 3’51» del ganador. El sabor amargo se le notó al ruso, que a pesar de la mala crono está a 2’09» de Gianluca Brambilla.  

El más beneficiado fue el líder del SKY Landa, sin duda, quien contaba con perder tiempo en la crono, pero los progresos del ciclista alavés,tercero en el Giro 2015, fueron sorprendentes. A lomos de su Pinarello Bolide confirmó que es un serio aspirante a la maglia rosa del Giro. A falta de la cronoescalada, un terreno más idóneo para él, resta toda la montaña. Y Landa es uno de los mejores escaladores.

El pelotón descansó ante la semana que le espera. Ya este martes un aperitivo con la llegada a Sestola, con casi 8 kilómetros al 5 por ciento de pendiente media. Una jornada larga de 219 kilómetros. El miércoles otro maratón de 227 kilómetros que incluye el ascenso a Forcella Mostaccin, que son 3 kilómetros con rampas al 16 por ciento, situado a 20 de meta, y un repecho en el último tramo a tener en cuenta.

No todo serán apuros, pues el jueves el perfil es llano hasta la meta de Bibione, por lo tanto los velocistas que están en carrera pueden volver a aparecer. Otro cantar será el fin de semana. La hora de la verdad del Giro empieza el viernes, con una etapa que incluye cuatro puertos de entidad en el trayecto que une Palmanova y Cividale del Friuli: Cima Porzus (1ª) y Valle (2ª) serán los más exigentes, con el último a 15 de meta.

Los Dolomitas aportan una etapa de pánico entre Alpago y Corvara, con seis puertos: Pordoi (9,2 km al 6,9%), Sella (5,5 al 7,9%), Gardena, Campolongo, Giau, (9 kilómetros al 9%), y Valparola (11,5 kms con los últimos 5 al 6,7%). Por si fuera poco en este recorrido de 210 kilómetros, antes de meta hay una subida de 3,9 kilómetros km con desniveles de hasta el 19 por ciento. Es el Giro en su máxima expresión. Y el domingo la semana se cierra con la cronoescalada de Alpe di Siusi, 10,8 kilómetros con casi 9 de subida al 8,1 por ciento de desnivel medio.

La semana se presenta interesante para los grandes candidatos, que aún tienen muchas cartas por jugar. Nibali no sacó tiempo en la crono de Chianti, pero el Astana, como equipo, se muestra poderoso, por lo tanto el «tiburón» siciliano no ha perdido su condición de favorito número uno. Valverde se encuentra cómodo en su debut en el Giro y preparado para las próximas batallas, rodeado también de un equipo preparado para arropar a su líder. Landa, tras superar algunos apuros en las primeras etapas, se va entonando ante la llegada de su terreno. Los colombianos Esteban Chaves y Rigoberto Urán sufrieron un serio traspié no obstante, la llegada de las montañas despertarán a los «escarabajos».

El italiano Gianluca Brambilla iniciará la semana con la maglia rosa de líder, con el luxemburgués Bob Jungels a 1 segundo y el costarricense delMovistar Andrey Amador a 32.