Recetas colombianas para el analfabetismo y la amnesia ecológica

_ El Instituto Alexander de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt presenta Naturaleza urbana, una publicación gratuita en formato impreso y digital que recopila experiencias implementadas para la gestión de la biodiversidad en las ciudades.

 Más de 70 autores participantes comparten 32 experiencias nacionales y 4 internacionales para crear la que podría catalogarse como la primera plataforma de biodiversidad urbana nacional.

 Con la presencia de algunos de sus autores, se realizará el lanzamiento de la publicación este martes, 03 de mayo de 2016, a las 4:00 p.m. en La Casona, Museo El Chicó, ubicada en la carrera 7 # 93-01.

El Instituto Humboldt indagó en el territorio nacional por aquellas estrategias e iniciativas colaborativas que transforman prácticas, hábitos y realidades en beneficio de las comunidades, la biodiversidad y los servicios ecosistémicos en entornos urbanos, de tal manera que se espera que estudiantes escolares y universitarios, profesionales, aficionados comprometidos, organizaciones sociales, académicas y gubernamentales puedan aplicar estas herramientas para el manejo de la diversidad biológica local.

 Aunque cada territorio es distinto y con necesidades particulares, en temas de biodiversidad es posible realizar ejercicios de cooperación que ofrezcan soluciones a problemas comunes y fortalezcan las capacidades entre ciudades. Lo anterior, en parte, inspiró la edición del libro, un proceso derivado de la reflexión y aprendizajes de cuatro años de investigación en entornos urbanos.

 Al respecto, María Angélica Mejía (investigadora del Programa de Gestión Territorial de la Biodiversidad del Instituto Humboldt y editora de la publicación) menciona: “el libro es el resultado de un experimento colectivo, de la recolección de herramientas de preservación, monitoreo y apropiación social de la naturaleza urbana que nos permita construir una visión de ciudad a partir de las múltiples realidades sociales y ecológicas del país”.

 El libro, además, invita a reflexionar acerca de la urbanización como uno de los principales motores de transformación del actual período de la historia terrestre, lo que incrementa el número de personas que viven en paisajes dominados por asfalto, cristal y cemento, y donde la escasez de ecosistemas urbanos y periurbanos los hace más vulnerables e incapaces de asegurar el suministro esencial para sostener la salud, la seguridad y la calidad de vida, esto por efectos del cambio climático.

 Según Erik Gómez-Baggethun (catedrático de Gobernanza Ambiental del Departamento Internacional de Estudios de Desarrollo y Medioambiente de la Universidad de Ciencias de la Vida de Noruega y autor del prólogo del libro) “los nacidos y crecidos en medio de la contaminación lumínica de las urbes no extrañan las estrellas ni las especies de pájaros que contemplaron sus antepasados. A esto le llamamos “analfabetización ecológica” o “amnesia ecológica generacional”, las cuales reducen la capacidad de valorar y custodiar la naturaleza como base del sustento de la vida”.

 Coincide con esta opinión Brigitte Baptiste, directora del Instituto Humboldt: “En los próximos 50 años pondremos a prueba como nunca el experimento urbano y, en Colombia, donde tenemos ciudades de manglar y delta, hiperpluviales y de eterna primavera, el reto incluye la conciencia de su identidad ecológica, lo que las enfrenta a desafíos distintos, algo que el urbanismo apenas comienza entender con la idea de que la palabra y el modelo imponen la realidad”.

 La publicación, para Gómez-Baggethun “es un ejemplo de iniciativas para comprender y restaurar la naturaleza urbana, porque reúne un inventario de la biodiversidad recopilado en distintas regiones y ciudades del territorio nacional, que incluye mapas de humedales, evaluación de servicios ecosistémicos y calidad ambiental, corredores ecológicos y elementos para su restauración, áreas protegidas, entre otras”.

 Son 13 las categorías temáticas que le permiten al lector navegar por la obra de manera interconectada; también se encuentran diversos recursos gráficos (cartografía, fotografías, infografías, entre otros) que contextualizan y resumen los resultados de cada experiencia, recuadros que destacan aspectos interesantes, códigos QR para visita a sitios Web, secciones que resumen hallazgos y aprendizajes, información biogeográfica de la región (extensión del territorio, clima, altitud, población, porcentaje de áreas urbanas y rurales), palabras resaltadas cuyos significados pueden consultarse en un glosario, así como información ampliada para cada experiencia.

 Como ejemplos nacionales destacan las narrativas generadas en Florencia (Caquetá), Quibdó (Chocó) y Riohacha (Guajira) que evidencian una Colombia nueva, urbana e inevitable enclavada en la mitad de la selva tropical; el inventario bogotano para la construcción colectiva del mapa de humedales; el uso de mecanismos de participación ciudadana en una plaza de mercado de Popayán para reinventar un río (como oportunidad y no como riesgo); la estrategia de restauración ecológica de una aldea pedagógica en Cali; el rol de árboles grandes y antiguos en Medellín al reducir CO2; la investigación que identificó los ejes de crecimiento de Villavicencio y el POT de Manizales, ambos en función de su biodiversidad y servicios ecosistémicos, entre otros.

 En el ámbito internacional sobresale el sueño por restaurar ecológicamente las ciudades de Estados Unidos, así como la historia de la que es, quizá, la principal plataforma abierta para intercambio de conocimiento en biodiversidad urbana actualmente; desde Brasil, la reflexión personal después de haber dirigido una de las áreas protegidas urbanas más importantes; y cuatro casos de estudio de la primera región en tendencia en urbanización mundial: África.

 Admirables y contundentes, así son las revoluciones que integran este laboratorio de experiencias que, sin duda alguna, pondrá a prueba la conciencia que tenemos sobre la identidad ecológica de los lugares que habitamos.