martes julio 16 de 2024

San Andrés no está en decadencia UNO Y DOS

08 mayo, 2016 Económicas, Opinión, Turismo
ALR

Por Augusto León Restrepo

UNO
Cuando se está varios días cerca del mar y se llega a tierra firme, como que se siente cierta opresión física. La lontananza, el horizonte acuático, produce la sensación de libertad, de abrazar lo ilimitado, de confundirse en sus amaneceres y atardeceres con el misterio que encierran sus profundidades. Y si se regresa a San Andrés, y se embriaga con su mar de siete colores, a la vuelta, la retina recuerda varios días con precisión pictórica los siete colores de sus aguas.¡Que cuentos esos de que San Andrés está en decadencia!. El aire de seguridad que se respira, permite disfrutar a plenitud de sus ofertas turísticas. De día y de noche, ausencia total de ventorrillos o toldas de mercancías. Los vendedores ambulantes fueron ubicados en sitios determinados y por sus calles y playas los pocos que ofrecen sus productos lo hacen con respeto y sin acosos, lo que es muy apreciado por los extranjeros que lo visitan. Extranjeros de todas las partes del mundo, pero en especial de Argentina y Brasil, que no faltan en buen número en las excursiones que se programan. El dulce y saudadoso portugués se escucha por todos sus rincones. Indagamos por el fenómeno y los brasileros nos cuentan que al querer visitar el Caribe, la primera opción que se les ofrece es Cuba.Pero por cercanía y costos, a San Andrés lo escogen como su primera opción. En términos generales el turista extranjero, y el colombiano, se hacen agua la boca al hablar de las bondades de nuestra isla. Y del sentido nacionalista de que hacen gala. Durante nuestra estadía, con cada isleño que hablamos, encontramos su orgullo de ser colombianos y la satisfacción por poder seguir siéndolo. No es cierto que haya simpatía por Nicaragua ni por Ortega. El lío es por las aguas pero no por su territorio, nos lo repitieron una y otra vez. Y nada de pancartas pro Ortega y contra Santos. Ni la expresión abierta por querer ser de los nicos.Tampoco simpatías por el gobierno nacional. Se quejan del abandono del archipiélago- San Andrés, Providencia y Santa Catalina- y de lo conveniente que ha sido para ellos el pleito de Colombia con Nicaragua, porque sus compatriotas, con solidaridad manifiesta, han puesto sus ojos sobre sus urgencias. El 13 de diciembre de 2007, la Corte Internacional de Justicia declaró la soberanía de Colombia sobre las Islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina,ratificada el 19 de noviembre del 2012, lo que tendemos a olvidar o a ignorar. Es caso juzgado lo relacionado con esa querella. Tienen como política ser muy claros en sus exigencias. Pero si das el obligado paseo de la vuelta a la isla, encuentras sus vías en situaciones óptimas. Y el problema del agua potable, en apariencia solucionado. Por lo menos no apreciamos protestas públicas de las comunidades raizales de La Loma y San Luis que son las directas afectadas por la ausencia del líquido vital.Y que decir de sus ofertas hoteleras y gastronómicas. Los hoteles, desde una a cinco estrellas, con ocupación plena. Y los buenos, y muy buenos restaurantes, que son numerosos, para tener acceso a ellos hay que hacer reservaciones previas, so pena de perderse excelentes experiencias gustativas. Su malecón, es tal vez el de más belleza de todos los del Caribe, para nuestro gusto. Y también tiene usted que hacer solicitudes previas para clasificar a las diversas excursiones que ofrecen, como las muy tradicionales al Acuario y a Johnny Cay. Y como por el precio del dólar la compra de electrodomésticos y chucherías de importación son a mayor precio que en el continente, el abordaje de regreso es más expedito en el Aeropuerto Sesquicentenario Gustavo Rojas Pinilla. Ya no se ven las folclóricas filas de los viajeros con vajillas Corelli, televisores y perfumes, licuadoras, planchas y batidoras, cajas de licores y maletas llenas de ropa para venderle a las cuñadas, a las tías y a las sobrinas, “para salvar el viaje”. Esa etapa ya está quemada.

DOS

La historia de como las Islas llegaron a ser nuestras es bien interesante, pero no la vamos a contar porque esta columna sería de nunca acabar.Solo digamos que la bandera colombiana fue ondeada por primera vez en su territorio en 1822. Y que la primera Iglesia Bautista fue construida en 1844, en La Loma, hoy convertida en lugar de visita obligado. Su espléndida arquitectura, que no ha sido modificada desde entonces, es símbolo de la religiosidad de los habitantes de San Andrés, que en respeto y confraternidad profesan diversos credos y religiones. Como mi esposa es católica practicante, me motivó para que la acompañara a cumplir el mandato dominical de su encuentro con Dios, no en una Iglesia católica y Romana, si no en la “Baptist Church”. Y fue una experiencia muy positiva. Sus fieles, con sus mejores atuendos. Los hombres de camisa de mangas largas y pantalones clásicos. Las mujeres y los niños como si fueran para la mas elegante de las fiestas. El culto, a cargo del Pastor Howard Britton, en inglés, nos dio la sensación de que logró el cometido de comunión, alegría y fe dentro de su feligresía. La banda musical, con intervenciones impecables, y sus interpretes vocales con reminiscencias clarísimas de los espirituales negros, esos cánticos religiosos que contagian de trascendencia hasta a los más escépticos. Durante mas de una hora estuvimos respetuosos y atentos a sus expresiones y nos retiramos con la convicción de que en ese culto ratificamos la bondad, la paz y el vigor espiritual de nuestros hermanos sanandresanos, por quienes fuimos saludados desde el atril de prédica con nuestro propios nombres y lugar de procedencia, agradeciendo nuestra presencia como la de otro turistas en medio de aplausos y saludos de reconocimiento. Los agradecidos somos nosotros. ¿ Ya reservaron los pasajes para San Andrés ?. Háganlo. No se arrepentirán.

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