martes noviembre 26 de 2024

“Aunque avanzamos aún falta pelo pal moño para fijar la fecha para cerrar las negociaciones de paz” “Timochenko”

21 junio, 2016 Política

Timochenko

El cabecilla de las Farc Timoleón Jiménez Gómez, alias “Timochenko”, como se dice popularmente, le bajó la caña este martes al presidente Juan Manuel Santos por fijar la fecha del 20 de julio para cerrar las negociaciones de paz para la posterior firma de un acuerdo de paz en La Habana. Simplemente “Timochenko” afirma: “…aunque avanzamos aún falta pelo pal moño”.

El pronunciamiento lo hizo el mandamás de las Farc en su cuenta en Twitter, a propósito del anuncio hecho este lunes por el presidente Juan Manuel Santos

“Yo creo que ya para el 20 de julio habremos podido cerrar las negociaciones en La Habana y ahí entrará una etapa nueva para el país”, afirmó el presidente Santos tras reunirse con representantes de los partidos de la llamada Unidad por la Paz.

Frente a estas afirmaciones de Santos, alias “Timochenko” trinó:

“La práctica ha demostrado que fijar fechas le hace daño al proceso, mas cuando no es un acuerdo…aunque avanzamos aún falta pelo pal moño”.

Sin embargo, se recuerda que fue Timochenko el que acordó con Santos en el “histórico” encuentro en La Habana, celebrado el 23 de septiembre de 2015, la fecha del 23 de marzo de 2016 para la firma del pacto con el cual se pondría fin al conflicto de más de 50 años.

Fue tras sellar con un apretón de manos con el mandatario colombiano, con Raúl Castro de por medio, el acuerdo sobre “justicia transicional”.

“Y acordamos, además –dijo entonces Santos– que las Farc comenzarán a dejar las armas a más tardar a los 60 días luego de la firma del Acuerdo Final. El Jefe del Secretariado de las Farc y yo hemos acordado que a más tardar en 6 meses debe concluir esta negociación y firmarse el acuerdo final”.

Sin embargo, el 9 de marzo de 2016, el presidente Santos replanteó su posición, esto es, reverso la fecha. Y al día siguiente, los cabecillas de las Farc consideraron coherente el pronunciamiento del presidente Juan Manuel Santos sobre la imposibilidad de firmar un acuerdo definitivo de paz el 23 de marzo y se declararon de acuerdo en determinar una nueva fecha de manera consensuada con el gobierno.

“Nos parece que el presidente Santos ha actuado con objetividad, y es lógico que si él dijo que no hay condiciones para el 23, estamos de acuerdo en que fijemos otra fecha”, precisó en La Habana alias Joaquín Gómez, integrante del equipo negociador de las Farc.

Agregó que evidentemente “no hay condiciones para firmar un acuerdo el 23 de marzo” y destacó que las Farc están dispuestas a fijar una nueva fecha “de manera consensuada con el gobierno”.

Fue después del incidente por la toma armada que realizaron las Farc al caserío de Conejo, en la Guajira, ocurrido el 18 de febrero de este año y por el cual el gobierno suspendió las visitas de los negociadores a los campamentos guerrilleros en territorio colombiano para hacer pedagogía al proceso de paz.

“Por cumplir con una fecha no voy a firmar un mal acuerdo”, declaró Santos desde la ciudad de Pereira, donde agregó:

“Después de tanto esfuerzo, después de tanto tiempo, si no hemos llegado el 23 (de marzo) a un buen acuerdo, yo le digo a la contraparte: pongamos otra fecha, yo no voy a cumplir la fecha con un mal acuerdo. Yo cumplo y firmo lo que para los colombianos sea un buen acuerdo”.

Posteriormente, más exactamente el 28 del mismo mes de marzo, Santos le exigió a las Farc poner una “fecha fija” para el cierre del punto del desarme para firmar un acuerdo final de paz.

“El gobierno exige una fecha fija, precisa y clara para que termine el proceso de desarme”, dijo Santos en una alocución desde la Casa de Nariño, en la cual apareció escoltado por los representantes del gobierno en las negociaciones de La Habana.

En un comunicado conjunto del gobierno y los negociadores de las Farc, emitido el 23 de septiembre de 2015 en La Habana, señaló que la dejación de armas “deberá comenzar a más tardar a los 60 días luego de la firma del Acuerdo Final”, pero no marcó un plazo para la finalización de ese proceso.

“Por ningún motivo esa fecha puede quedar abierta”, aseguró Santos en su alocución.

La falta de una fecha para terminar el desarme fue uno de los tres puntos que mencionó Santos para explicar las razones por las cuales no se selló la paz el miércoles 23 de marzo, fecha límite fijada por el presidente y “Timochenko” en el encuentro de septiembre en La Habana.

Otro aspecto señalado por Santos fue la exigencia a las Farc de hacer política sin armas.

“El Gobierno exige que las FARC tienen que haber dejado las armas y haber dado el paso hacia la legalidad para poder hacer política y circular por el territorio nacional”, precisó entonces el mandatario.

Además, el jefe del Estado fijó otra condición para avanzar hacia un acuerdo final: que en Colombia no puede haber sitios vedados para la fuerza pública, como ocurrió en los diálogos del Caguán (1998-2002), cuando las partes acordaron una zona desmilitarizada del tamaño de Suiza.

“El Gobierno no puede permitir que ningún colombiano –en cualquier zona que se acuerde para la dejación de armas– quede desprotegido, como ocurrió en el Caguán”, dijo el jefe de Estado.

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