“Es un día histórico para el fútbol sala”, Falcao
El día que marcó su historia, la ansiedad se apoderó de él. Con Mozambique en frente y un juego cómodo para Brasil, Falcao aún no se lograba encontrar. Entraba al juego, lo intentaba, tomaba el balón y disparaba, pero no tocaba la red, no conseguía anotar.
“Es un récord que esperaba. Dentro de 20 años de carrera yo no había llegado a un juego con tanta ansiedad y esa me atrapó por momentos, yo acabé acelerando situaciones, pero afortunadamente encontré la calma”.
El 17 de septiembre de 2016 quedará en su memoria. Solo le faltaban dos goles para superar a Manoel Tobías como el máximo artillero en la historia de los mundiales y la Copa Mundial de Fútsal de la FIFA Colombia 2016 fue el escenario en el que lo consiguió. No hizo dos, hizo tres, llegando a 45 anotaciones.
“Todos los jugadores querían participar de este momento. Es un día histórico para el fútbol sala mundial. Yo miro 20 años atrás, miro el primer gol en Guatemala. Hacer historia es muy bueno y pasan muchas cosas por mi cabeza y eso me atrapó en momentos del partido, porque yo estaba ansioso. Yo fui muy feliz de tener estos números, pero quiero más”.
Su primera vez… Debutó el 18 de noviembre de 2000, cuando Brasil enfrentó a Kazajistán en el Domo Polideportivo de Guatemala. En el minuto 38 marcó su primer gol en un mundial. Aquel juego que fue dirigido por el árbitro Perry Gautier de Bélgica, al que asistieron 7320 personas, inició la gran historia goleadora de este crack brasileño.
“Los números son irrefutables hoy y siempre y prefiero traducir mi historia en números”. Y sí que lo respaldan las cifras. Ya rompió tres records en esta cita orbital. Se convirtió en el primer jugador en disputar cinco mundiales; también superó a Manoel Tobías en la cantidad de compromisos disputados, llegando a 33. Tiene 378 goles en su historial, pero quiere llegar a 400.
Para cerrar con broche de oro solo piensa en el título. Si Brasil sale campeón, conseguiría otra hazaña. Ari, Tiago y él, se convertirían en los primeros jugadores en ser campeones tres veces. Ya lo hicieron en Brasil 2008 y Tailandia 2012. “Yo quiero más, yo quiero llegar a los 50 goles, yo quiero ser campeón del mundo”.
Falcao reconoció que en Manoel Tobías encontró un modelo a seguir y superarlo, es una gran alegría. “A Manoel Tobías yo agradecería por todo lo que fue, porque para mí es una motivación muy grande, porque jugué con él cuando era el mejor jugador del mundo. Yo quería ser como él. Para mí es una inspiración”.
Y entre tantos goles y tantas historias, siempre hay una que marca la diferencia. La historia del 2012 tiene un tinte especial para Falcao. Aquella vez no fue el protagonista por sus títulos, sino porque fue un guerrero: “para mí fue la más bonita, porque yo no gané balón de oro, yo no gané bota de oro, mas yo gané un respeto muy grande de jugar con la parálisis facial”.
Y sí, los grandes también lloran. En 2012 Falcao tuvo que vivir uno de los momentos más difíciles de su vida. Cuando apenas transcurrían 3 minutos en el primer duelo ante Japón, el de la casaca 12 tuvo que abandonar el campo, ya que sintió una molestia en el gemelo de la pierna derecha.
La lesión asustó al mundo. Parecía que tenía que abandonar la competencia, pero no fue así. Este guerrero tuvo una recuperación increíble, regresando para el duelo ante Panamá, por los octavos de final, cuando también anotó un gol. Sin embargo, aquí no paraba el sufrimiento.
Gracias al alto índice de estrés enfrentado por el crack brasileño, se le inflamó un nervio que le provocó una parálisis facial. Esta jamás puso en riesgo su participación, pero sí fue un duro obstáculo de superar. Lo logró y ¡de qué manera!
En cuartos de final su selección caía ante Argentina. El equipo necesitaba de su talento y a falta de ocho minutos pisó el campo. Fue el encargado de marcar el gol del empate, con el que obligó a la prórroga y en esta, anotó el 3-2 con el que Brasil consiguió su paso a semifinal.
La parálisis continuó, pero su lucha también. Durante la competencia los médicos no pudieron realizarle ningún tratamiento, ya que los medicamentos a base de corticoides, utilizados en estos casos, tienen una sustancia que puede resultar en doping. Así que tuvo que salir campeón del mundo, sufriendo este inconveniente médico. ¡Un guerrero!
“Siempre que llego a un mundial, quiero hacer el mejor mundial de mi vida”. Colombia 2016 definitivamente será su última vez. Ya con 39 años no tiene la misma velocidad que tenía antes, pero el talento está intacto. “Yo no quería estar aquí en Colombia para apenas jugar, para mostrar que yo podía estar aquí con 39 años. Yo quiero estar aquí para ganar”.
Por ser este deporte tan especial para él, no se va a alejar del todo. Aclaró que no quiere seguir jugando en un club, pero sí quiere estar un tiempo más con la selección. Quiere seguir en contacto con los campeonatos del mundo, puede ser como comentarista o reportero, pero “jugando… imposible”, como él mismo lo dice.
¡Gracias, crack!